Se hizo viral. Un pasajero disfruta de la sensación de velocidad en el Red Force cuando de repente una paloma impacta con él en la cara en plena subida. Por suerte, el ave había chocado con la estructura del Red Force y cuando llega a la cara el golpe ya no es tan fuerte y sólo deja un rastro de sangre del animal en una de las mejillas.
Más allá de las risas del impacto de la paloma y el pasajero, lo cierto es que apareció un trasfondo de seguridad que debía plantearse seriamente para la nueva montaña rusa del parque y por extensión al resto de atracciones de velocidad de PortAventura: Dragon Khan, Shambala o Furius Baco.
Los responsables de Ferrari Land decidieron rápidamente que el impacto de la paloma del día de la inauguración podría ser un riesgo permanente durante toda la temporada para los pasajeros de los dos primeros asientos, los más expuestos.
Por esta razón, han decidido que los usuarios de la montaña rusa que alcanza los 180 kilómetros en un santiamén se pongan gafas protectoras para evitar un susto como el del primer día. A estas velocidades, cualquier impacto puede ser incluso dañino para la salud.
Fuentes del parque temático no han querido argumentar el porqué de la medida, ni el día que se puso en marcha. Tampoco si las gafas se aplicarán en otras atracciones de velocidad de PortAventura. A fecha de ayer, el resto funcionaban como lo han hecho hasta ahora, sin gafas complementarias para evitar cualquier impacto de insecto o de algún animal más grande.