El extraño verano que se vislumbra promete traer anómalas circunstancias. Una de ellas es la que hace referencia a la playas y más concretamente, a los chiringuitos que plantan sillas, mesas o tumbonas ante la necesidad de refresco de los bañistas. El viernes se supo que Barcelona, muy probablemente, se quedará huérfana de esos oasis ubicados en plena arena.
Sin embargo, el dilema está abierto respecto a su futuro en las playas de buena parte de los municipios turísticos de la Costa Daurada. Muchos ayuntamientos abogan por cobrar las tasas y permisos sólo en la parte proporcional en que estén abiertos. Es el caso, por ejemplo, de Vila-seca, cuyo consistorio no tiene intención de cobrar nada sino se montan los chiringuitos. «Si lo hacen parcialmente, analizaremos qué hacer en función de las fechas», dicen.
Mientras, en Vandellòs i l’Hospitalet la concejal de Turisme, María José Gómez, recuerda que «de momento, la instalación de los servicios de temporada en las playas está suspendida por la declaración del estado de alarma además de una comunicación específica que nos hizo llegar el Servei del Litoral del Departament de Territori i Sostenibilitat. En el momento que se levanten las restricciones, nos informarán si se pueden instalar los servicios».
En este sentido, los servicios de temporada en las playas como los chiringuitos deben hacer efectivos dos cánones, uno en el Servicio Provincial de Costas, que lo establece en base a los metros cuadrados ocupados y al tiempo de autorización; y el otro, el canon al Ayuntamiento. «Este último, que es sobre el que se puede actuar, desde el Ayuntamiento se ha decidido que se cobrará de forma proporcional al tiempo que estén montados», señala Gómez.
En la misma línea está Cambrils. El primer teniente de alcalde y concejal de Medi Ambient, Lluís Abella, dice que de momento están trabajando con el prorrateo (pagar la parte proporcional) «pero según cómo evolucione la situación también se podría plantear la exención total de las tasas».
«¿En qué condiciones?»
Precisamente, desde la Associació de Xiringuitos de Platja de Cambrils piden la ayuda del ayuntamiento para salvar esta temporada que se prevé «difícil». El presidente de la entidad, Llorenç Blasco, apunta al Diari que hay empresarios que ya se están planteando si abrirán o no su chiringuito. Todo dependerá de la fecha en la que se les conceda el permiso para iniciar el montaje de los puestos.
«Si tenemos que empezar a montar a partir del 15 de junio para muchos no será factible abrir, no valdrá la pena para dos meses porque no saldrán las cuentas. Como muy tarde se debería empezar el 20 de mayo», apunta el cambrilense.
Como señala, los costes de montar y desmontar los chiringuitos son bastante elevados, unos 6.000 euros. A esta cifra se le deben sumar el personal, impuestos y otros gastos a los que tienen que hacer frente durante la temporada. Por ello, desde la asociación se quiere solicitar al consistorio una ayuda para la veintena de locales que se instalan a lo largo de los nueve kilómetros de playas y que anualmente contratan unas 200 personas.
«Aún no sabemos las condiciones en las que podamos abrir. ¿Cómo podremos mantener el metro y medio de distancia? ¿Si tengo 30 mesas, tengo que reducir a 12? ¿Tendremos los mismos metros de espacio? Si quiere mantener el servicio, el ayuntamiento nos tiene que ayudar», asegura.
Para el empresario la medida que ayudaría a salvar la temporada sería que este año el gobierno local tuviera el gesto de no cobrar impuestos, una iniciativa que propondrá el miércoles en la cumbre con los representantes de los diferentes sectores económicos para reactivar la economía local. «Son mucha gente trabajando, si no nos ayudan no saldremos de esta. Sería catastrófico no poder abrir los chiringuitos este verano, sería muy triste ver las playas vacías», manifiesta Blasco, que recuerda que estos locales también se hacen cargo de los lavabos.
En Salou, Pasqual Cherta, propietario del Chiringuito La Caña en la playa de Llevant, explica que «actualmente, esto pinta muy mal. Estamos a finales de abril existen aún muchas incertidumbres. Ya vamos con mucho retraso, si es que abrimos. Porque según en qué fechas nos den permiso, no saldrán los números». En Salou, abren una semana antes de Semana Santa y cierran en octubre tras celebrar el Rally de Catalunya.
Para el concejal de Hisenda i Gestió Econòmica de la localidad, Yeray Moreno, «toda actividad que no se ha podido producir o no se podrá producir dado el estado de alarma, quedará exenta del pago de todas las tasas comerciales. Así, si la ley no les deja abrir, no pagarán». Asimismo, «se esperan ayudas del ayuntamiento, a nivel de promoción económica, ayudas a los comercios y medidas fiscales».
Licitaciones en Mont-roig
En el caso de Mont-roig del Camp i Miami Platja, la mayor parte de chiringuitos debían hacer licitación nueva y muchos todavía no están adjudicados. En la actual situación sobre qué ocurrirá con los que tienen licencia otorgada, sólo cuenta con dos casos. «La voluntad del Ayuntamiento es que los que terminen montando lo chiringuitos, si finalmente se puede, pagarán los cánones, etc. Los que no, no lo pagarán. En caso de darse que estos dos que ya han pagado al final no lo monten, el Ayuntamiento ya está mirando cómo se podría hacer para devolver el importe correspondiente», aseguran fuentes municipales.