Josep Poblet, tocado y hundido

Había muchas ganas después de la misa mayor, Vila-seca cierra hoy la Festa Major d'Estiu, para ver si el alcalde Josep Poblet cumplía su promesa a Sosciathlon y se ofrecía como diana acuática en el juego de agua llamado Splash.

La mecánica del juego es sencilla: una piscina de agua y una silla en la parte superior con el sacrificado sentado en ella. Al lado, una diana sensible al toque de algún proyectil en forma de pelota que activa el mecanismo que retira el soporte y la persona cae de forma plácida en el barreño tamaño XXL.

El juego, practicado en muchos pueblos y ciudades, tiene en Vila-seca una finalidad solidaria con Sosciathlon. El dinero que recaudan sirve para sufragar costes de la organización de una carrera cuyos beneficios se reparten entre entidades de la demarcación. Este año se celebra el 8 de octubre en Cambrils.

Las dos primeras ediciones ha contado con mucha gente, sobre todo jóvenes, que les apetece darse un chapuzón en la Plaça de l'Església. Pero este mediodía tenía un aliciente singular: el alcalde Josep Poblet no podía decir que no por tercer año consecutivo y aceptó el reto que le propuso Carlos Morillo hace unos días.

La presencia de Poblet en el Splash levantaba expectación desde hacía días. Ayer, pero, más de boquilla que de participación solidaria. Dos concejales de su partido repitieron turno i algún que otro niño también colaboró. A ellos hay que sumar algún adulto y al concejal Josep Forasté, de Decidim Vila-seca, un vecino implicado desde la primera edición.

Poblet se puso el bañador y mantuvo su camiseta blanca. Si alguien quería verlo con el torso desnudo, poco le conoce. 

Los fallos continuados y la supervivencia del alcalde encima de la tabla levantaban suspicacias a medida de que el alcalde no caía al agua. Y un grito sonó entre el público: "tongo, tongo". Nada más terminar de corearlo, Carlos Morillo, uno de los organizadores y responsables de Sosciathlon, cogió la pelota y dio en la diana. Fin a las suspicacias. 

Y Poblet cayó. Se sumergió en el agua unos segundos y salió chorreando ante los vítores de algunos de los presentes. La predicción de uno de los concejales de la oposición de que "éste es capaz de salir del agua sin mojarse", no se cumplió. 

El alcalde ha vuelto a sentarse en la silla y poco después ha vuelto a caer al agua. Han sido las dos tandas prometidas y que ha cumplido con una sonrisa siempre permanente.

Luego se han subido a la silla Pere Segura, concejal de Festes, Josep Forasté, portavoz del grupo Decidim Vila-seca, Elisabeth Sánchez de Vila-seca en Comú o el mismo alcalde de Altafulla, Fèlix Alonso, que también se ha solidarizado con la causa. No ha habido tanta expectación, pero si mucha solidaridad con la ONG.

Al final del acto, Sosciathlon es la que más ha sonreído. Una urna con mucho dinero solidario y una mañana de fiesta mayor divertido y pasado por agua.