La accesibilidad es clave en nuestras playas

«Estamos encantadas. Todas las playas deberían tener este servicio». Así de clara es Nuria, la madre de Merche, una chica con movilidad reducida que no podría disfrutar de la playa en verano si no fuera gracias al servicio de asistencia que Wave SOS ofrece en Torredembarra. Merche comenzó a utilizarlo hace seis años, cuando su madre ya no pudo acompañarla sola a refrescarse en el mar, y desde entonces no han faltado ni un solo día.

Algo parecido le sucede a Paquita, otra usuaria de este servicio desde hace cinco años, aunque ella sí dejó de utilizarlo durante la pandemia y ahora, después de tres años, lo ha retomado: «Supe que existía esta opción porque un día, paseando por la playa con mi marido, vimos a gente con sillas y nos acercamos a preguntar. Fue un gran descubrimiento».

Este es el segundo año que Wave SOS ofrece a sus usuarios la posibilidad de que un profesional de baño asistido los acompañe hasta el agua. Hasta ahora los familiares se hacían cargo de todo, pero el valor personal que se les da con esta opción es incalculable. «Estoy encantada con el personal y el trato que nos ofrecen», asegura Paquita.

Y es que el llevar hasta la orilla a estas personas con dificultades de movilidad no es lo único en lo que se basa el servicio de asistencia. De hecho, además de responsable de este departamento en Wave SOS, Josep Franquesa es psicólogo y no hay nada que tenga más claro: «No se trata solo de ponerlos en el agua y ya está», explica, «hay que hablar con ellos, acompañarlos también emocionalmente y darles un punto de comunicación».

También el Altafulla y Creixell

Este es el primer año que Wave SOS también ofrece el servicio de asistencia en las playas de Altafulla y Creixell y por ahora desde la empresa aseguran que «está yendo muy bien gracias, sobretodo, al boca a boca». En el caso de Torredembarra el año pasado se llevaron a cabo 245 servicios, es decir, una media de ocho al día. Hasta la fecha este año ya han superado los 120. Si las previsiones siguen como hasta ahora, Franquesa espera poder alcanzar los 450.

El servicio de asistencia se puso en marcha el 15 de junio y estará operativo hasta el 15 de septiembre. Para acompañar a los usuarios, la empresa dispone de dos buggies anfibios, unas sillas adaptadas y fáciles de arrastrar por la arena hasta el agua. Cualquier persona que requiera de su uso solo debe ir hasta los puntos de asistencia y allí se les atenderá. En caso de no poder desplazarse, desde hace dos años en Torredembarra se ofrece el servicio de recogida a domicilio con una ambulancia adaptada.

Este servicio también esta disponible en Roda de Berà, aunque lo gestiona la empresa Mediterranian Actividades Turísticas y Deporte, S.L.