La conexión Tarragona-Francia en el Corredor podría estar para 2023

Acaban las obras en el túnel de Martorell que durante 4 meses han afectado a la R4 entre Sant Vicenç de Calders y BCN

13 diciembre 2020 21:32 | Actualizado a 14 diciembre 2020 06:27
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El corredor Mediterráneo ferroviario ha culminado este fin de semana, un mes más tarde de lo previsto, el tramo del túnel de Martorell para adaptarlo a las dimensiones de los estándares europeos.

La finalización de las obras permiten recuperar la normalidad en la línea R4 entre Sant Vicenç de Calders y Barcelona, afectadas durante cuatro meses y que han obligado a traslados en autocar.

Los trabajos pretenden que el tramo de Tarragona a la frontera francesa esté operativo en 2023. Entre Martorell y el nudo de Vila-seca se trabaja en la instalación del tercer hilo y en la adaptación de los terraplenes para enlazar la vía con las fábricas de la zona, como la Seat, implantadas a los pies de la línea.

Retrasos

El comisionado del gobierno central para el Corredor, Josep Vicent Boira, destacó la importancia de esa «puerta de Europa» que debe permitir la llegada del amplio de vía internacional hasta Vila-seca en 2023. Ese tramo debe estar operativo en esa fecha y las empresas del entorno en Castellbisbal, Martorell y el Port de Tarragona ya podrán beneficiarse del amplio internacional.

El tramo de Vila-seca está concebido en tres partes y es imprescindible que todas estén coordinadas para lograr la funcionalidad del Corredor. Boira advierte que el Corredor no estará para 2025, pese a que era el calendario previsto por el gobierno hace un año, como planificó el secretario de Fomento, Pedro Saura y que ratificó el ministro de Transportes José Luis Ábalos. 

«Por mucho que nos esforcemos, el Corredor no estará», señala Boira. El comisionado destaca que no hay un plazo obligatorio y añade que el límite que marca la Unión Europea es 2030. 

El tramo finalizado ahora permite sin embargo que gran parte de la zona catalana del Corredor pueda estar para 2025, pero no en el País Valencià, donde todavía debe plantearse el túnel subterráneo por la ciudad y es un debate abierto que se prevé complicado a demás de las exigencias de esas obras por su dificultad.

La implantación del ancho internacional entre el nudo de Vila-seca y el sur es el que más preocupa. El grupo de presión  FERRMED para implantar el  corredor ferroviario que conecte las zonas de mayor actividad económica y logística, considera que parte del problema es la falta de un presupuesto ambicioso. También lamenta que la Comisión Europea ponga objetivos «que nadie cumple y se queda tan ancho».

Preocupación

El comisionado del gobierno reconoce preocupación por los plazos de ejecución entre Vila-seca y Castellón. La nueva variante de Vandellòs inaugurada el pasado  enero ha permitido acabar el único tramo de vía única que había en este corredor, pero carece de ancho internacional. 

Las dos vías se estrenaron con ancho ibérico, pero se colocaron sobre traviesas polivalentes para poder desplazar los raíles cuando el conjunto del proyecto esté a punto.

Desde Barcelona hasta Girona y la frontera las obras ya están prácticamente acabadas. Falta adaptar el ancho europeo de la línea convencional en el tramo hasta Portbou.
 

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