La canalización del barranco de Barenys podría ser una realidad el 2020. La Generalitat ha puesto de nuevo un calendario sobre la mesa para poner fin a un problema histórico de Salou que acumula años de retrasos. Pero hasta entonces los vecinos del barrio de la Salut seguirán sufriendo las inundaciones debidas al desbordamiento del barraco cada vez que llueva de forma intensa.
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, dio a conocer que la redacción del proyecto ejecutivo del barranco de Barenys ya está terminada. En la reunión de trabajo que el Govern mantuvo ayer con el Ayuntamiento se puso fecha a los próximos pasos. Calvet explicó que en lo que queda de 2018 la Agència Catalana de l’Aigua deberá aprobar definitivamente el proyecto. El conseller asegura que en paralelo, en 2019 se resolverán las expropiaciones para tener la plena disponibilidad de los terrenos para empezar los trabajos.
Una vez realizados estos trámites, se podrá proceder a la licitación y adjudicación de las obras de derribo y endagamiento del barranco de Barenys.
Por su parte, el alcalde, Pere Granados, manifestó que desde el Ayuntamiento están «muy contentos porque efectivamente esto ya tiene una solución y una calendarización de cara a solventar esta problemática histórica» y de unas inundaciones que calificó de «impropias del siglo XXI».
Inversión de 14 millones
El proyecto redactado por Infraestructures.cat estará totalmente subvencionado por la Generalitat y ascenderá a los 14 millones de euros de los cuales 4,5 corresponderán a las expropiaciones. Según Granados, el nuevo proyecto contempla las mismas expropiaciones que se contemplaban inicialmente en el barrio de la Salut. Los afectados podrán cobrar durante el próximo año.
Calvet expuso que les hubiera gustado que el proyecto «ya estuviera resuelto». Pero una sentencia del TSCJCat obligó a replantearlo. A la espera de la valoración de l’Agència Catalana de l’Aigua y del propio Ayuntamiento, el proyecto prevé la construcción de tres balsas al inicio del término municipal para responder a las exigencias normativas.
Replantear el proyecto
La propuesta inicial contemplaba un caudal Q-200 que significa la probabilidad de inundación en un periodo de 200 años. A raíz de la sentencia judicial ha sido necesario aplicar un caudal Q-500, que supone doblar la capacidad de desague de la canalización. Los técnicos han tenido que buscar soluciones para garantizar este volumen de evacuación de aguas en caso de avenida.
Calvet remarcó que detrás de la reunión de ayer hay «años de trabajo» por parte del Departament de Territori, el Institut Català del Sòl, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), la vicepresidencia de Economia i Hisenda y Infraestructures.cat. «Creemos que es una resolución positiva de lo que es esta problemática que afecta a un municipio turístico como Salou», concluyó Calvet.