Cuando los nazis huyeron de Alemania buscaron destinos donde no sólo podrían pasar desapercibidos, sino incluso sentirse protegidos. Las dictaduras argentina y chilena les acogieron y dieron protección. Pero también la España de Franco.
Los pueblos de costa alejados de ciudades eran un buen lugar para el anonimato. También Calafell tuvo sus nazis, como Margarethe von Hase, que se instaló en Segur en una casa de la calle Pisuerga de la que no queda nada. Fue la mujer del general del Tercer Reich Paul von Hase, que participó en la Operación Walkiria (1944) en la que se intentó matar a Hitler.
Encarcelada
La operación fracasó. El general fue ejecutado en la horca y Margarethe, encarcelada. Al finalizar la Guerra Margarethe abandonó Alemania y junto a sus hijos y amigos llegó a Segur al constatar que el comunismo había sido derrotado.
En Segur también pudo recalar «un capitán de navío que se cuadraba y saludaba con el brazo en alto», como explicó en su día al Diari Pere Vidal, que llegó a conocer a Margarethe von Ha se y que le traducía las cartas que recibía la mujer. Una fue dirigida al vicepresidente del gobierno de Franco, Agustín Muñoz Grandes. Von Hase le decía que estaba en Calafell y le recordaba que su marido impulsó un hospital en Alemania para soldados españoles que Franco envió a luchar en la División Azul contra las tropas.
En su respuesta Muñoz Grandes agradeció las labores de su marido y se puso a disposición de Margarethe. La mujer vivía sola hasta que murió de cáncer de pulmón en noviembre de 1968 y fue enterrada en Vilafranca, donde fue tratada.
El historiador Carles Querol señala que Margarethe llegó junto a un grupo importante. Descarta que Segur fuera un refugio de nazis, pero apunta que los primeros que llegaron pudieron arrastrar tras ellos a conocidos con ideas afines.
