L'Arboç tiene la profesora con más química

Sònia Pérez gana el concurso Ciencia en Ación y convierte sus clases en base de experimentos

06 noviembre 2017 17:29 | Actualizado a 06 noviembre 2017 17:39
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«Todo es química», explica la profesora del Instituto de l’Arboç, Sònia Pérez, a sus alumnos de  ESO y Bachillerato. Pero ¿cómo demostrar a los estudiantes de esa edad que realmente están rodeados de química?

La profesora ha llenado de experimentos sus clases. «Porque una cosa es la teoría y otra que los alumnos vean las reacciones. Que comprueben por sí mismos los comportamientos de los elementos». Y con ello, también casi como una reacción química, surge el interés por la materia.

Pérez participó en la  XVIII edición del programa Ciencia en Acción. El concurso está dirigido a profesores y divulgadores de la comunidad científica de lengua hispana.

El objetivo del certamen es aproximar la ciencia y la tecnología al público en general, pero especialmente a los jóvenes. Y para ello el camino es hacerlo de manera «dinámica, fácil y amena». Porque también así es más entendible y atractiva.

Juguetes
La profesora del instituto de l’Arboç recibió el primer premio por su trabajo Juguetes con mucha química. El objetivo es mostrar los motivos por los que algunos juguetes cambian de color ante estímulos como la radiación UVA, un cambio de temperatura o la humedad.

El de los juguetes que cambian de color es uno de los muchos experimentos que Sònia Pérez lleva a clase y que en muchos casos parten de preguntas de los propios alumnos. Burbujas de jabón de hidrógeno y oxígeno, globos con mezcla de diferentes elementos son otras experiencias que se han estudiado en sus clases.

Aumenta la motivación
Los alumnos descubren que su entorno es química. Desde la forma de vestir a la de preparar la comida. Y en función de cómo se use da unos resultados. La profesora de l’Arboç explica que tras los experimentos, «aumenta la motivación y la curiosidad de los alumnos».

La profesora de Física y Química señala que entonces es momento de que los alumnos conozcan la terminología correcta de la materia. «Es entonces cuando quedan fascinados y los alumnos quieren conocer más y entre ellos se plantean nuevas preguntas».

Un optativa solicitada
Las clases experimentales de química hacen que la asignatura optativa que también imparte la profesora a los alumnos de secundaria tenga una gran demanda por parte de los estudiantes.

«Yo les digo que quizá algunos finalmente opten por estudiar otras cosas que no sean química, pero que sí deben ser observadores y que intenten entender el por qué de las cosas», explica la profesora. Sònia Pérez destaca que esa respuesta de los alumnos es el mejor premio.

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