Los mosaicos que fueron retirados del antiguo edificio que acogió las piscinas del Tabaris de Coma-ruga han vuelto a lo que será el nuevo equipamiento.
Las laboriosas obras del mosaísta Santiago Padros fueron retiradas con sus correspondientes paredes ya que iba a derribarse el viejo edificio.
Los mosaicos han estado dos años custodiados y protegidos y ahora con la estructura del edificio ya levantada y la cubierta colocada están siendo colocados en el nuevo edificio.
Las obras están formadas por miles de teselas que decoraron unas históricas piscinas y ahora lo harán en la gran sala que tendrá el nuevo equipamiento.
Los mosaicos forman un tríptico. Una parte representan a Neptuno y a Salacia, donde el dios cabalga sobre las olas junto a unos delfines. En otra está la representación del jardín de las Hespérides. La pieza central es Apolo guiando el carro del sol.
Las paredes que sostienen los mosaicos permiten iniciar el cerramiento exterior del nuevo edificio. El objetivo es que los trabajos de la estructura estén acabados antes del verano. Posteriormente deberán realizarse las instalaciones interiores y el equipamiento.
El nuevo Tabaris acogerá un gran espacio para congresos, además de un museo sobre la historia de Coma-ruga y de Santiago Padrós que estuvo asentado en el municipio, un punto de información y despachos para entidades.
La retirada y colocación de los mosaicos ha exigido de una actuación de precisión ya que están formados por miles de teselas por lo que han tenido que consolidarse. Previamente se limpiaron de grafitis.
El nuevo Tabaris remplaza el anterior edificio de 1965 y que acogió unas piscinas. Los daños estructurales que presentaba impidieron la rehabilitación y se optó por derribarlo y levantar un nuevo edificio ajustado al uso que se pretende.