Las mafias se fijan en el cáñamo para ‘engordar’ la producción de marihuana

La planta es la misma, pero carece de THC, el compuesto psicoactivo que aporta valor en el mercado de la droga

01 septiembre 2021 18:40 | Actualizado a 07 septiembre 2021 05:17
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La proliferación de plantaciones de marihuana por toda Catalunya y el desmantelamiento de las organizaciones criminales, que gestionan este cultivo ilegal, han ido aumentando en los últimos años e incluso se constata una «guerra» entre bandas con violencia extrema e incluso muertes para marcar territorio y proteger estas plantaciones diseminadas por la montaña o dentro de almacenes o casas previamente acondicionadas. Si ir más lejos se desmanteló una organización de origen albanés de hasta 100 personas con varias plantaciones por el Baix Camp.

Esta lucha constante contra el tráfico de marihuana tiene una «víctima» colateral en aquellos productores que se dedican a plantar cáñamo de forma legal y con todos los permisos necesarios. La planta (cannabis sativa) es la misma para cáñamo y marihuana, pero la diferencia entre un uso legal y el otro ilegal se encuentra en el porcentaje de THC (tetrahidrocannabinol) que tiene el vegetal.

Si la cantidad de THC es inferior al 0,3% la planta es legal (carece de compuesto psicoactivo) y sus usos son múltiples: salud, energía, textil… Si se supera este porcentaje de THC, se convierte en un cultivo ilegal.

Robo en Vila-seca y un detenido

Estas plantaciones legales, que están diseminadas por diferentes puntos de la provincia de Tarragona, no se escapan de esta guerra de bandas y muchas de ellas son asaltadas por personas que o bien por desconocimiento o bien por interés arrasan con el cultuvo. El cáñamo permite engrosar el peso de una partida de ‘maría’ y adulterar la sustancia con una rebaja del compuesto.

La semana pasada, la Policía Local de Vila-seca detenía a un hombre que en la tarde del 1 de septiembre rompía la valla de una finca situada en la zona rural de la ciudad y se llevaban varios cientos de plantas de cáñamo. La palntación tiene unos 7.000 ejemplares en una parcela de una hectárea aproximadamente.

Fue el propietario del terreno quien vio a los jóvenes dentro de su finca vallada arrancando plantas. Avisó a la Policía Local de inmediato. Uno de los coches patrulla vio como un turismo gris aparcaba fuera de la finca y en ese momento volaban bolsas de basura llenas de cáñamo desde el interior de la finca al camino para cargarlas en el maletero.

Los ladrones, al verse sorprendidos y al no poder subir al coche, que se había marchado, cruzaron la autovía de forma temeraria y a punto estuvieron de ser atropellados por el tráfico de esa hora de la tarde de la autovía.

Uno fue apresado poco después. Era un hombre de 31 años sin domicilio conocido y al que le consta una orden de extradición de Suiza, explicaron al Diari fuentes de la investigación. El día 3 pasó a disposición judicial y el magistrado ordenó su ingreso a prisión.

El detenido ha ingresado en prisión. Tiene una orden de busca y captura de Suiza 

Las bolsas que habían preparado de cáñamo fueron decomisadas. Se pesaron y alcanzaban unos 40 kilos, añaden fuentes policiales. Se procedió a analizar el porcentaje de THC porque aunque los papeles señalan que la plantación es de cáñamo si el compuesto supera el porcentaje que fija la ley de tetrahidrocannabinol, las plantas deben confiscarse y destruirse al considerarse marihuana. Y colateralmente, imputar al titular de la plantación por un delito contra la salud pública.

En esta ocasión, los 40 kilos incautados eran cáñamo. Los propietarios, que prefieren mantenerse en el anonimato, aseguran que no es la primera vez que asaltan la finca en busca de estas plantas y que al día siguiente a la detención, hubo otra entrada en la plantación, aunque sin confirmar si eran los mismos ladrones.

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