'Mi madre me venda las manos para que no sangren de tanto lavármelas'

Una joven de El Vendrell explica el sufrimiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo

17 noviembre 2017 17:53 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:31
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«Me he de limpiar las manos siempre. Me duelen de tanto limpiármelas. Mi madre me las ha tenido que vendar porque sangraba del desgaste de la piel y era la única manera de que durante unas horas no consiguiese limpiármelas».

Quien lo explica es Anna Navarro, de El Vendrell. Tiene 18 años y padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Es un trastorno de ansiedad que genera pensamientos intrusivos y recurrentes. No poder darles respuesta causan inquietud. miedo y ansiedad.

Món Tocat en el Baix Penedès
Anna sufre TOC desde que tenía 11 años. Narra el sufrimiento propio y de quienes la rodean. La joven tiene obsesión por la limpieza. El TOC es poco conocido y las obsesiones que puede producir son diversas. Por eso en el Baix Penedès se ha creado la asociación Món Tocat. Para unir a familias afectadas y dar visibilidad al problema.

La joven relata su obsesión por la limpieza. Cuando la familia propone una salida «siempre busco excusas. Es un gran problema pensar que tendré que hacer mis necesidades en baños públicos». Montserrat Navarro, madre de la joven ya va con lejía y toallitas limpiadoras para limpiar previamente esos baños ajenos.

34 en El Vendrell
En El Vendrell hay 34 personas diagnosticadas de TOC según cifras del instituto psiquiátrico Pere Mata de Reus. Entre ellos no se conocen, pero la creación de la asociación Món Tocat pretende ser un punto de encuentro. Porque la sola posibilidad de hablar ya ayuda.

Montserrat, madre de Anna quiere dar a conocer el TOC. Y que en la comarca o al menos en Tarragona haya una unidad de atención y tratamiento «Porque son muchas las personas y familias que lo sufren en la intimidad». Y pocas las ayudas para la investigación.

'Estoy cansada'
La joven Anna Navarro sigue terapia. «Pero estoy cansada. Harta de esta enfermedad que parece no tener fin. Son muchos años. No quiero padecer este trastrorno. No tengo motivación para nada. No tengo caso esperanzas ni amigos. ¿Por qué a mí? Todo es una mierda».

El problema puede presentarse a cualquier edad y la propia Organización Mundial de Salud (OMS) la considera una enfermedad discapacitante y con unos efectos mentales y písiquicos agotadores. Las obsesiones pueden ser muchas: limpieza, orden, sensación de peligro...

Anna Navarro  prosigue su obsesión por la limpieza.  «Es obvio limpiarse los dientes y si no recuerdo por dónde he comenzado con el cepillo, he de volver a comenzar». La joven debe utilizar un gel de una marca concreta. «Y he de tener mis potes. No puedo usar los del resto de la familia porque creo que están sucios o que han puesto algo dentro. Así que mi madre lo compra todo individual para mí».

La impulsora de Món Tocat explica que no quiere ver a su hija encerrada en casa. La lucha es también para que las administraciones miren hacia el problema. En todo el Estado se calcula que puede haber unas 400.000 personas afectadas por TOC. Pero todavía se desconoce la causa concreta que lleva a desarrollar esas obsesiones.

Depresión
La persona que sufre TOC acostumbra a ocultar sus comportamientos hasta que normalmente años después es cuando busca ayuda y la situación suele ir acompañada de cuadros de depresión.

En el caso de Anna el diagnóstico llegó años después de ir de médico en médico intentando buscar una explicación al comportamiento compulsivo que presentaba.

'Una rueda girando'
«Me he depilar a menudo. No puedo hacerlo con cera porque es imposible esperar a que crezca el pelo. Me paso la cuchilla a diario y me provoca que sangre». La joven también narra como recoge su ropa sucia el suelo tras la ducha con una toalla limpia. «Si lo hiciese con las manos, tendría que ducharme otra vez».

La situación genera tensión en la joven. «Hay que luchar, pero siento que no soy fuerte y no puedo más. Es como una rueda girando a mi alrededor. No sirvo para nada. Hago sufrir a mi familia. Me siento muy mierda y pienso que si no hubiese nacido, mi familia sería más feliz sin este padecimiento. Siento que esto no acabará nunca».

'Si muero, descansaría en paz'
En su carta la joven escribe que «estoy harta. Mi cabeza me dice que podría luchar más, pero algo me lo impide. Soy una cobarde. Ya no quiero luchar. Si muero, mi familia después de un tiempo estaría mejor. O sea, feliz. Y yo descansaría en paz».

La madre de Anna ha leído la carta. Poderlo explicar ha aliviado a su hija, dice.

Un lavabo propio

La joven de El Vendrell explica en una carta como cada mañana ha de tener el lavabo dos rollos de papel higiénico que gasta en pocas horas. La sóla sensación de pensar que se le pueden acabar genera una gran angustia.  MónsemaTocat  nace a semejanza de la asociación que ya funciona en Granada.

El padre de la joven tuvo que habilitarla un lavabo en su habitación. «Me paso horas y no les dejaba a ellos el suyo. Eso me ayudó a rebajar algo mi angustia», narra Anna. 

«He de ducharme tanto sí como no. Puedo tardar tres horas. Me froto y froto porque siempre acabo pensando que he dejado alguna parte de mu cuerpo sin jabón». La joven añade que «me ayuda mi madre como si yo no supiera. Pero en parte es así porque yo sola sufro. Me atolondro. Es un no parar y  mi madre es como si me metiese caña a la hora de ayudarme», relata la joven. Pero destaca que «es mejor» porque así acaba antes «y me asegura que estoy limpia».
 

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