El oficio de pescador, con gran tradición en los pueblos de mar, como Cambrils, ha cambiado a lo largo de los años con las nuevas tecnologías, pero aún hay quienes mantienen, valoran y comparten la esencia y las costumbres de antaño. Es el caso de Ximo, cambrilense desde que nació, y pescador durante toda su vida.
Por herencia familiar, como la mayoría de los que desempeñan esta profesión, comenzó su trayectoria en la mar gracias a su abuelo, que fue quien le enseñó a levar el ancla y emprenderse en la que sería su gran pasión. De su abuelo fue de quien, también, aprendió a conservar todo lo que ha quedado en el tiempo, como hacer los típicos nudos marineros, que sirven para mucho más de lo que pensamos, y así lo demostró el pasado miércoles en el centro cívico Les Basses.
El Centre Excursionista de Cambrils, del que Ximo es socio, contó con su sabiduría acumulada para ofrecer una charla sobre los nudos del oficio de pescador: cómo se realizan, para qué se usan, cuáles han quedado en desuso...
Nus pla, nus de teixidor, entolladura de llangosta, nus de diamant, nus de pinya de rosa... todos estos nudos, y muchos más, son los que Ximo enseñó a hacer a los asistentes que, en una sala en la que faltaron sillas, pues nadie se quiso perder la interesante clase, atendieron concentrados a las entrañables explicaciones que ofrecía el compañero.
El nus de palangre, un nudo que se hace en ocasiones para remolcar y que queda permanente, se lo enseñó hace muchos años un chico de Benicarló, recordó Ximo con nostalgia mientras hacía una demostración.
El pescador, ya jubilado, explicó numerosas curiosidades del oficio, como el lenguaje propio que existía entre compañeros. Aunque había rivalidad entre ellos, con los que tenían buena relación se ayudaban y, de barco a barco, mediante señas, se comunicaban para avisar que en un punto determinado no había peces. El oficio ha cambiado, como explica Ximo: «Antes todo era manual, todo se hacía a mano; ahora todo lo hacen las máquinas».
Todo ha ido a menos en la mar, debido al cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación, cada vez habitan menos peces. Los pescadores también han disminuido, antes, como en el caso de Ximo, era un relevo entre las familias, ahora la juventud no sigue los pasos de la gente mayor y es un oficio que se está perdiendo.
Ximo sigue saliendo a navegar y aún mantiene una estrecha relación con el mundo marino, donde ha crecido y pasado tantos momentos vitales. En la charla, transmitió a todos los asistentes su gran afecto por la mar en la explicación de cada nudo, anécdota o experiencia vivida sobre un barco.
