Trabajadores de Saint Gobain de L’Arboç y vecinos de todo el Baix Penedès iniciaron este domingo acciones de protesta por el cierre de la división de vidrio Glass anunciado por la empresa y que afecta de manera directa a 122 trabajadores.
La protesta consistió en una marcha desde la fábrica hasta el Ayuntamiento, donde hubo una reunión entre los representantes de los trabajadores y los alcaldes de L’Arboç y de Banyeres.
La multinacional francesa anunció a principio de semana el cese de la actividad de la división de Glass argumentando una caída de la demanda y que el horno de producción ha llegado a su vida útil. Por la situación de mercado, la compañía descarta hacer uno nuevo debido a la inversión que exigiría.
Condena
Pero los trabajadores aseguran que el horno todavía tiene capacidad productiva y que el objetivo de la empresa es acabar con su fábrica de L’Arboç, donde también está la división de Sekurit.
La empresa siempre ha defendido la dependencia de Sekurit de la de Glass. Por eso si esta última cesa la actividad, los trabajadores temen la condena de Sekurit en un plazo de tiempo. Sekurit fabrica vidrio para automoción y Glass le suministra material.
Amenaza
Por eso el cierre de la división de Glass es una amenaza para las 800 familias que dependen de la fábrica de L’Arboç entre trabajadores directos y empresas subsidiarias. También para muchas actividades económicas de L’Arboç y de Banyeres. Por ello la movilización contra el cierre de la división de Glass es comarcal.
El cierre del horno de Glass tiene un impacto directo en el Baix Penedès que lidera las tasas de desempleo en Catalunya y carece de un modelo definido sin una actividad industrial y con un sector terciario muy tocado por la crisis. La falta de planificación tras décadas de monocultivo de la construcción sin apostar por otros sectores para cuando esa burbuja estallase, hace que la situación en Saint Gobain sea dramática.
El anuncio de Saint Gobain dinamita la historia industrial del Baix Penedès, Cuando llegó esa fábrica en 1973, entonces Cristalería Española, atrajo a muchas familias que se instalaron en los barrios que la empresa levantó para sus empleados en L’Arboç y Banyeres. Abuelos, padres e hijos han pasado por la fábrica. Durante décadas ha generado y generando riqueza en los municipios que ahora temen una debacle.
Por eso la marcha de este domingo movilizó a los pueblos para dar apoyo a los trabajadores. Este lunes los alcaldes de L’Arboç y de Banyeres tendrán una reunión con la dirección de la empresa. También se ha pedido la intervención de la Generalitat y del Gobierno Central para evitar un cierre que supone un varapalo para una comarca.
Los sindicatos han convocado una huelga indefinida a partir del próximo 7 de septiembre en toda la fábrica. «La empresa toma la decisión en el peor momento social. No lo esperábamos porque la empresa sigue generando beneficios los últimos 20 años por el esfuerzo de los trabajadores. Saint Gobain ha explotado esta comarca y ahora se irá a explotar a otros países. De momento condena a 122 familias a la precariedad», señalan el comité.
