'En Cambrils nos adaptamos a la náutica del futuro'

¿Cuál es la situación actual del Club Nàutic Cambrils?

Se encuentra en un estado excepcional. En 2018 renovamos para los próximos 25 años la concesión de la dársena deportiva con Ports de la Generalitat. Nos adaptamos a la náutica del futuro con unas obras importantes y un compromiso de inversión de 8 millones de euros que financian los socios. Es un momento apasionante.

¿Hacia dónde va a esa náutica de futuro?

Será más de uso y no tanto de propiedad. Y nosotros tenemos las ideas muy claras de donde venimos, y no queremos estar, y hacia donde vamos y queremos estar. El Club Nàutic del pasado tenía igual o más trabajadores que ahora y no acometía infraestructuras ni tenía el volumen de actividad actual. Además debemos ser muy buenos gestores porque los cánones de las administraciones suben un 100%. Pero tenemos un muy buen equipo de trabajo con nuestra gerente Jordina Gallinat al frente.

¿Cómo marchan las obras de remodelación?

Se ha remodelado ya toda la dársena deportiva y el varadero. No era nada fácil en un club con 441 amarres y los inquilinos dentro de casa. Se ha hecho también la parte de paseo y acceso a la playa. La obra civil que ya está acabada era de mucha magnitud, de entre seis y siete millones de euros. Se ha ejecutado por menos de lo que se licitó, y cumpliendo los plazos.

¿Qué falta del proyecto?

La remodelación de los edificios actuales y la construcción de otros nuevos, para aulas de formación y aprendizaje con el objetivo de que la gente se aficione a la náutica. Y espacios para que los socios disfruten de sus aficiones. Se comenzarán las obras en septiembre u octubre y se ejecutarán durante uno o dos inviernos. Todo cuadra con las necesidades del club y la estrategia de Ports de la Generalitat. Existe una muy buena relación de trabajo con ellos.

El club también debe adquirir un travelift.

Ports, que es el propietario de la instalación, nos indica que debemos adquirir un travelift (grúa) de 110 toneladas para el servicio que debemos dar en el puerto de Cambrils, a las embarcaciones deportivas y a las de pesca.

Algunos socios discrepan y creen que debería adquirirse el modelo para 150 toneladas para no limitarse en el futuro.

Nosotros hemos hecho un estudio sobre los barcos que han pasado por el varadero en los últimos años. Y desde 2014 sólo lo hizo un barco de más de 110 toneladas. Ni tan siquiera los industriales que trabajan aquí tienen expectativas de traer barcos de ese tonelaje. Para ellos con uno de 70 sería suficiente. Existe además la posibilidad de ceder la explotación del travelift a un tercero. Tenemos varias propuestas en ese sentido. Y todas avalan el modelo de 110 toneladas porque saben que la Generalitat así lo pide.

Entonces, no hay debate en esta cuestión.

En la próxima asamblea plantearemos los dos modelos de travelift para que pueda debatirse. Esos socios que discrepan creen que el de 110 toneladas nos limita las expectativas de futuro, pero sin argumentos. Con el tema del travelift no han traído una sola alternativa mejor. La recogeríamos encantados, porque somos unos acérrimos defensores de mejores alternativas posibles. Les escucharemos en la asamblea.

Incluso iban a impugnar la asamblea telemática en la que iba a debatirse este tema. Ustedes decidieron posponerla...

Estaba perfectamente convocada, y que quede claro que las normas sobre las asambleas no las ponemos nosotros si no que ya vienen marcadas por órganos superiores. Pero si se hubiera impugnado la compra del travelift se hubiera demorado su adquisición, y eso es lo que queríamos evitar. Nosotros pretendíamos acelerar este proceso porque el actual travel (obsoleto) está vendido, lo vienen a desmontar el 22 de junio y instalar el nuevo tardará cuatro meses. Por eso decimos desconvocar la asamblea y hacerla asistencial.

Ese grupo de socios también estaba detrás de la moción de censura que se promovió hace unos meses.

Ese grupo es muy reducido. Tenían prebendas del pasado y no quieren que siga el actual modelo de gestión y éxitos que implementamos hace tres años. Pretenden obstaculizar la marcha del club, pero va como una moto.

¿Preocupa a la directiva ese sector crítico?

Quieren generar confusión. Cada uno se labra su prestigio. Los socios que querían impugnar la asamblea presentaron un escrito de preocupación que yo creo que era más bien una amenaza. Pero no tenía ninguna base jurídica, según nuestros abogados, los de la Federació Catalana de Vela y los de Ports. Lo más importante para nosotros es que se han ejecutado el grueso de las obras, no se han subido las cuotas de socios y los números han pasado del rojo al verde. Y tenemos un stock de amarres de siete millones de euros que ya están pagados.

¿Cuándo será la asamblea?

Cuando la situación sanitaria permita traer a un mínimo de 200 personas. De hecho podríamos decidir la compra del travelift sin ninguna asamblea, pero la convocamos por un acto voluntario de esta junta directiva. Nos interesa la sostenibilidad, la difusión de la náutica, la buena gestión… esos son nuestros principios. Y por eso queremos que una decisión de este tipo la decidan y suscriban los socios. Estamos hablando de dos modelos que valen 400.000 euros uno y 600.000 el otro.

En esa asamblea van a presentar también la reestructuración de la junta directiva.

Hemos hecho cambios. En la candidatura de 2017 había unos principios y valores esenciales, de igualdad, transparencia, proximidad y sostenibilidad económica. Eso topó con gente que primero sumó pero luego chocaba con esos principios, y por eso les invitamos a no estar en la junta.