Saltar al campo con la lección bien aprendida

Los jugadores de la Unió Esportiva El Tancat de El Vendrell antes de saltar al campo para entrenar no tienen una charla técnica sobre fútbol. Antes del entrenamiento hay que hacer los deberes del colegio y repasar las asignaturas. Porque si no se estudia, igual se chupa banquillo.

La Unió Esportiva El Tancat nació hace 40 años como escuela de fútbol en ese barrio de El Vendrell. El pasado año inició una experiencia para ayudar a tres jóvenes jugadores que tenían dificultades con las materias del colegio. El entrenador, Ivan Alcalá, pidió a una amiga, Noemí Pérez, si podía ayudarles con las asignaturas en casa de la educadora. Costeó esas clases. Y dio resultado.

«Algunos de los jóvenes deportistas que hemos tenido llegan con la idea de sólo de jugar a fútbol. Suspenden muchas asignaturas pero no le dan importancia. Debíamos hacerles ver que hay vida más allá del fútbol».

Son jóvenes de entre 11 y 15 años que sueñan ser como Messi o Ronaldo. «Les apoyamos para que jueguen, pero antes deben estudiar». Y demostrar que han mejorado en la escuela. El entrenador y la profesora están en contacto con los tutores de los colegios de los alumnos para conocer su evolución. «Nos alegra saber que chavales que suspendían casi todas han logrado pasar de curso».

Más allá del fútbol

Hoy son una docena los deportistas que siguen las clases en las instalaciones del club. Son de cuarto de ESO y de diferentes institutos del municipio. Y valoran la experiencia. Ya se plantean otras opciones de futuro además del fútbol.

Este año la iniciativa ha podido crecer porque el grupo político de Som Poble impulsó el proyecto Diners al carrer por el que donan las retribuciones de concejal a proyectos que presentan a la ciudadanía y someten a votación. Esas clases fueron escogidas y han logrado 1.125 euros.

Ivan y Noemí también buscan la complicidad de los jóvenes. Que sean ellos quienes vean que su futuro depende de sus estudios. Aunque también, quizá, lo llegue a hacer en algún momento de sus pies.

Esas clases además logran facilitar la igualdad de oportunidades en cuanto a recursos formativos y que los estudiantes puedan resolver sus dudas. Y lograr un cambio de mentalidad.

Oportunidades

«Puede ser vital en un momento en el que los jóvenes, de entre primero y segundo de ESO, necesiten ese apoyo para reconducir su visión de la vida», explica Ivan Alcalá.

Con los deberes hechos saltar al campo parece más fácil. Y la iniciativa ha logrado que muchos, quizá futuros Messis o Cristianos, vean que hay vida más allá de fútbol. Y que aprender es meter un gol.