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Los integrantes en el Pacte del Penedès Marítim, formado por ayuntamientos del Baix Penedès y Garraf además de entidades sociales y ciudadanas, entregaron en febrero a cada partido con representación en el Parlament de Catalunya una enmienda a los presupuestos para la presentasen y se votase.
La petición era para crear una partida de 15 millones para suprimir los peajes de la autopista C-32 entre El Vendrell y Barcelona, incluso la barrera de los túneles del Garraf, para los desplazamientos recurrentes.
Como era lo esperado, la enmienda ha sido rechazada con los votos de ERC, PSC y Comuns. Por lo tanto no habrá supresión de los peajes.
Politizadas
El Pacte del Penedès Marítim señala que mantendrá la reivindicación y movilizaciones que desde el Govern se consideran politizadas y recuerdan que partidos que estuvieron al frente de la Generalitat durante años y ahora piden la gratuidad en su momento no la aplicaron.
Los impulsores de la enmienda piden una reunión de urgencia con Territori de la Generalitat «para encontrar una solución al reto de la movilidad de del Penedès y Garraf».
De no tener una respuesta se anuncia una movilización que pretende colapsar las rondas de Barcelona con una marcha lenta para llegar hasta el Parlament. Sería el 29 de marzo.
Modificación
Que la enmienda a los presupuestos no prosperase ya era esperado. Ahora no se descarta que una vez aprobadas las cuentas se plantee una modificación presupuestaria en la que tampoco se tienen esperanzas.
La petición estaba respaldada por ayuntamientos del Baix Penedès y Garraf, la federación empresarial, sindicatos, el Consorci Sanitari del Penedès i del Garraf y el Campus Universitari de Vilanova i la Geltrú.
La demanda denuncia que el peaje de la C-32 castiga a los vecinos que deben desplazarse a diario al área de Barcelona. También señalan que supone una barrera para la llegada de empresas e incluso de visitantes para el sector de la hostelería y el turismo.
‘No hay marcha atrás’
El Pacte del Penedès Marítim asegura que «no hay marcha atrás en la reivindicación» y que no piensa esperar a 2039 para que finalice la concesión.
Baix Penedès y Garraf denuncia que carece de una vía rápida y segura para los desplazamientos con el área de Barcelona y que la C-31 no es una alternativa y el transporte público es insuficiente.
