Sant Joan se celebra en muchos sitios. Pero no en todos los sitios se celebra igual. Seguramente muchos de ustedes no estarán de acuerdo conmigo: «¿Sant Joan? ¡Si sólo hay fuego y se tiran petardos!», pensarán. Y sí, tienen razón en que un Sant Joan sin fuego y sin petardos, no es lo mismo. Es como la noche de Reyes sin Reyes, o como un Carnaval sin disfraces. Podría ser, sí, pero no es lo mismo.
Pues en Vila-seca hubo Sant Joan. Y hubo fuego. Y petardos. Claro, como tenía que ser. Pero es que, además, después de la resaca de la verbena del viernes por la noche, en la que todos los elementos festivos del municipio bailaron en un pasacalles, se recibió la Flama del Canigó, se hizo la lectura del manifiesto y, además se presentó al nuevo Gegant Turgut de la Colla Gegantera Petits Pintors, ayer la fiesta continuó.
Y es que, al parecer, a los vila-secanos les gusta mucho bailar. ¡Por eso será que su seguici lo hizo durante horas en la noche del 23! Esto mismo es lo que hicieron ayer por la tarde, unas cuantas decenas de alumnos de baile en la plaza, como no, de Sant Joan. Ellos exhibieron su gracia a la hora de mover el esqueleto, pero los allí presentes no tenían por qué mirar, contemplar y ya está, porque también podían unirse a la fiesta e imitar sus movimientos con soltura. Cierto es que nadie lo hizo... ¡Pero por poder! Aquí lo dejo, para la siguiente.
El bailoteo comenzó justo a la hora de merendar. Y ya se sabe, esos movimientos abren el estómago a cualquiera. Para que nadie se quedara defraudado de la fiesta, mientras unos bailaban los otros, ya que no les seguían el ritmo, comían. ¡Y menuda comida, cualquiera devoraba! Les lanzaré una pregunta: A pesar de esta primera ola de calor que nos ha venido de golpe este verano... ¿aquién no le apetece una buena taza de chocolate? Creo que, sea la época del año que sea, es difícil decir «no» a esto.
Y sigamos con Sant Joan en Vila-seca, porque antes de esta gran actuación, los más mayores tuvieron su momento de gloria, su homenaje, y qué quieren que les diga, ¡qué menos! Piénsenlo bien: sin ellos, ninguno de nosotros estaríamos aquí. Para este gran colectivo se ofreció una misa y luego, un refrigerio que, como no, fue en su honor.
Para terminar, si alguien se ha quedado con ganas de más hoy, a las 12.30h, pueden hacer un vermut en la plaza de Sant Joan y, adivinen... ¡Sí, bailar! con De Duende. Por la tarde pueden ir a ver un espectáculo de circo con la Cia. Kasumay y luego seguir un último pasacalles con la Txaranga Band Tocats, para terminar con los Trabucaires del Comú y los Correfocs d’Alforja en una gran traca final.