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Almendras de marcona, azúcar, leche condensada, canela y yema de huevo en grandes cantidades. Estos son los ingredientes que emplearán los dos reposteros de las pastelerías Sant Bernat y Sans de Vila-seca para elaborar el turrón más largo de Catalunya: medirá 20,15 metros. Unirán ochenta barras de entre 25 y 26 centímetros cada una y lo servirán el viernes, a partir de las siete de la tarde, en la plaza de L’Església. Será el postre que acompañará al tradicional brou navideño con embutido típico catalán, que cada año reúne a centenares de vilasecanos. Del brou se encarga el consistorio –lo reparte la brigada municipal– y del turrón, la Associació de Comerciants i Empresaris.
«Lo preparamos de manera artesanal, como cualquier barra de las que ofrecemos en nuestras pastelerías. Lo dejamos reposar durante veinticuatro horas y luego lo cortamos a mano, con un cuchillo», explica Joan Oliver, pastelero de la Pastissería Sant Bernat.
El toque final se lo darán en la propia plaza de L’Església ante la mirada del público. «Allí quemaremos con unas palas el azúcar que se pone encima del turrón y que le da su sabor tan característico. La humareda que se formará y el olor seguramente atraerán a más gente», afirma Oliver.
Los asistentes podrán degustar de manera gratuita tanto el brou como el turrón. Para la ocasión, el consistorio volverá a instalar unas mesas en la plaza. «Es un orgullo poder participar en esta fiesta de fraternidad de Vila-seca. Cada año viene más gente de otras poblaciones. Siempre es un éxito», dice Josep Sans, pastelero de la Fleca Pastisseria Sans.
Desde 2005
La Associació de Comerciants i Empresaris prepara este turrón desde 2005. «Cada año mide un centímetro más y representa la cifra del año entrante. Nos hemos plantado plasmar en algún sitio el récord (por ser el más grande Catalunya), pero nuestra prioridad es ofrecérselo a los ciudadanos que vengan a la plaza de L’Església», señala Juani García, miembro de la junta de la asociación.
Es el toque dulce de un evento que ya se ha convertido en una tradición en Vila-seca. «Pensamos que después de degustar el brou era necesario un postre, y qué mejor que un turrón elaborado en dos establecimientos locales acompañado de un buen moscatel de la Agrobotiga Cooperativa de Vila-seca», comenta Alfred Monreal, presidente de los comerciantes y empresarios.
