El rompecabezas de las alergias alimentarias

Patologías. Un alimento puede causar una reacción 
en cualquier etapa de la vida

29 noviembre 2020 08:50 | Actualizado a 22 diciembre 2020 17:05
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¿Cada vez hay más personas alérgicas a determinados tipos de alimentos?, ¿Cuáles son las causas?, ¿Qué diferencias existen entre una alergia y una intolerancia?, ¿Las alergias alimentarias son para toda la vida?, ¿Cuáles son los alimentos que con más frecuencia producen alergia? Estas y otras cuestiones constituyen el actual rompecabezas de las alergias alimentarias que, tal y como explica la doctora Rosa María Albaladejo Perales, dietista-nutricionista y profesora asociada de la Unitat de Nutrició de la Facultat de Medicina de la URV, «no tienen edad de debut. Aunque la mayoría de las alergias alimentarias comienzan en la infancia, pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida». «Una alergia alimentaria se produce cuando nuestro sistema inmunológico reconoce como algo invasivo y perjudicial la parte proteica de un alimento. Entonces, el sistema inmune defiende nuestro cuerpo», describe la experta.

En cuanto a qué activa esta señal de amenaza, la doctora explica que «puede ser consecuencia del desarrollo genético». Por ello, «cuando el padre o la madre tienen alguna alergia la posibilidad de que los hijos sean alérgicos aumenta exponencialmente, existe un 75% de probabilidades, mientras que si solo uno de los dos progenitores es alérgico la probabilidad de que el niño o niña también lo sea es del 50%. Pero esto no significa que de padres no alérgicos no haya niños o niñas alérgicos». En cualquier caso, la doctora afirma que «diagnosticar y tratar una alergia alimentaria, desde la edad infantil, abre la oportunidad a que acabe desapareciendo, sobre todo en el caso de la proteína de leche de vaca y de huevo. Cuando la alergia debuta en la primera infancia, a los cuatro o seis años hay mucha probabilidad de que estos niños la superen en el caso de la proteína de leche de vaca y de huevo. Y algunos casos incluso llegando a los ocho años puede ser que los niños también la superen».

«Las alergias alimentarias no tienen edad de debut. Aunque la mayoría comienzan en la infancia, pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida» 

Alergia vs. intolerancia

En cuanto a la diferencia entre una alergia alimentaria y una intolerancia, la doctora Rosa María Albaladejo Perales señala que «una intolerancia es justamente cuando no digerimos correctamente la parte del azúcar de un alimento». La dietista-nutricionista también distingue que «la persona que padece alergia a un alimento debe eliminar de su alimentación los alimentos que contienen la parte proteica y que su organismo detecta como invasiva, mientras que en el caso de las intolerancias dependerá del grado de intolerancia que se puedan consumir mayores o menores cantidades de un alimento».

La gran diferencia entre ambas –sigue explicando la experta– «son los síntomas y su gravedad. Mientras que en una intolerancia de las más comunes, como la fructosa, la lactosa o el sorbitol, los síntomas son gastrointestinales (hinchazón, gases, diarrea, estreñimiento o náuseas), en el caso de las alergias pueden ser también de este tipo, pero además pueden alcanzar una mayor gravedad, como el edema, la urticaria o en los casos más graves la anafilaxis».

«Una intolerancia es cuando no digerimos correctamente la parte del azúcar del alimento»

Alimentos

Los alimentos implicados en las reacciones alérgicas también varían según el rango de edad. Así, señala la doctora Rosa María Albaladejo Perales, «la alergia a la proteína de la leche de vaca y de huevo son los alimentos que en un mayor porcentaje causan alergias en niños, mientras que en la adolescencia y la edad adulta aparecen las alergias a los frutos secos y cuyos síntomas son más peligrosos». Asimismo, alimentos como el pescado, algunas frutas y la soja también se incluyen entre las alergias más comunes.

«Hay estudios que indican que el estrés daña la flora intestinal y en consecuencia las vellosidades se deterioran y puede producirse una intolerancia»

Si prestamos atención a las intolerancias, la dietista-nutricionista advierte que «cada vez es mayor el porcentaje de población que padece intolerancia a la lactosa y el sorbitol». La experta confirma que también han aumentado las consultas en lo que se refiere a alergias e intolerancias alimentarias. «Hace diez años de cada diez pacientes que acudían a mi consulta, uno venía con dudas sobre intolerancias, pero hoy en día de cada diez visitas tres son por intolerancia y dos por alergia, y en este último caso sobre todo tienen dudas sobre la alergia a las Proteínas transportadoras de lípidos (LTPs)», afirma la doctora. Sobre ello, asegura que «son muchos los alergólogos que estudian las LTPs, que son un grupo de proteínas que se encuentran en la pared de los vegetales y que abarcan muchos alimentos, por lo que los pacientes que siguen una dieta de evitación tienen muchas dudas sobre cómo suplir los nutrientes -vitaminas y minerales- de frutas y verduras».

Entorno y hábitos

En cuanto al aumento de los casos de alergias e intolerancias, la experta también advierte que existen otros cofactores que influyen en el desarrollo. «Hay estudios que indican que el estrés daña la flora intestinal y en consecuencia las vellosidades se deterioran y se producen la mayoría de intolerancias», afirma la dietista-nutricionista, quien añade que «también un mayor consumo de alimentos precocinados y procesados, a los que se les añaden azúcares para que la palatabilidad sea mayor, conlleva que nuestro cuerpo no esté preparado para absorber, digerir y eliminar este consumo elevado de azúcares». Y en esta línea, hace hincapié en que «un consumo aumentado de azúcares también se relaciona con el deterioro de la probiota. De manera que las alergias y las intolerancias también están relacionadas con nuestro entorno y hábitos de alimentación».

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