Reseña literaria: Irreparable obsolescencia

El ganador del Premio Nobel retoma el género de la ciencia ficción para hablar de lo que significa ser humano

23 abril 2021 11:22 | Actualizado a 23 abril 2021 15:53
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Klara y el Sol
Autor: Kazuo Ishiguro
Editorial: Anagrama
Precio: 20,90€

Klara es una androide modelo AA que espera en una tienda rodeada de otros modelos iguales y mejores que ella a que una niña humana la elija como acompañante para llevarla a su casa. Cuando Josie aparece, se establece enseguida la conexión especial y Klara, desde ese momento, se dedica a hacer feliz a esa niña que parece algo frágil y enferma, para que no se sienta sola y nunca le falta de nada.

Kazuo Ishiguro pinta una distopía no demasiado lejana de a dónde se dirige el mundo actual, que recuerda a otro de sus libros, ‘Nunca me abandones’. Esta vez las máquinas toman las riendas para sustituir a los empleados bien formados y especializados, expulsándolos de la sociedad, y se establece una estructura social extremadamente desigual en la que los acaudalados se dedican a poner en peligro la vida de sus hijos perfeccionándolos genéticamente, mientras los pobres viven arrinconados y subyugados por el prejuicio de los otros, sin que nadie se plantee siquiera la lucha o el cambio. Y entre toda esa visión poco consoladora, se alza la voz de Klara, la narradora del libro, un androide especial por su gran curiosidad, su intensa capacidad observadora, y su inagotable esperanza. En ella, dependiendo de lo que requieren las circunstancias, se combina la madurez adulta con la ilusión infantil, concediéndole una profundidad admirable. A través de un texto fluido y ligero, el autor británico de origen japonés habla de algunas cuestiones esenciales como la soledad, la culpa, la diversidad o el amor… La obsolescencia está presente desde las primeras páginas también, representada tanto en el padre de Josie, Paul, que es sustituido en su trabajo pese a ser alguien reconocido, pero también en la propia Klara, cada vez que alguien le recrimina que no es un modelo más actual. Sobrevolando esa amenaza constante a ser reemplazado o reemplazada, está la pregunta que aparece en la faja del libro: “¿Qué significa ser humano?”, íntimamente ligada a lo que representa la individualidad de cada uno, ese aspecto etéreo y difícil de definir que lo diferencia de los demás, “al corazón humano, (…) su sentido poético”. Solo al final del libro Klara comprende la respuesta, cuando está sola con sus recuerdos “para irlos repasando y poniéndolos en orden”.

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