Alfred Hitchcok también tiene su comedia

Hitchock la comedia es un homenaje a las películas ya las series de Alfred Hitchcock, lleno de referencias de sus clásicos. El conjunto de diferentes tramas y casos de sus thrillers se convierte en una comedia de enredo, un Vodevil en blanco y negro con un lenguaje absurdo y divertido.

Isidre trabaja en un cine en el que se proyecta el anuncio de McGuffin, XIII Festival de cortos de intriga. En esta pantalla se le aparece el maestro del suspense y le propone que se presente al concurso de cortometrajes, que él mismo le ayudará a llevar a cabo.

Dirigidos por Alfred Hitchcock, Isidre y su novia Lili (aunque ella no puede verlo) graban un corto utilizando la antigua técnica de sus propias películas.

Todo se hará en un solo estudio, en el cine donde él trabaja; todo, salvo encontrar a unos actores famosos que en cine se llaman los «cameos», que le darán un toque de distinción al cortometraje, y que está claro que tendrán que salir a buscarlos e inventarse los motivos más absurdos para conseguir su interpretación.

Mónica Pérez y Jordi Ríos, los intérpretes de la trama, una propuesta llena de referencias a las películas de Alfred Hitchcock, donde el suspense y los crimines se reconvierten en una comedia de enredo con una trama aparentemente simple, pero con mucha miga.

La propuesta se construye de forma audaz, en una pantalla central del espacio escénico, se proyecta la escenografía, los rodajes, etc., La pantalla se completa con el uso de una puerta con ruedas, vestuario variado y dos intérpretes que dan vida a multitud de personajes y situaciones, construyendo escenas que juegan con el absurdo, la exageración, las referencias y la memoria colectiva.

En realidad, el dúo que forman Jordi Ríos y Mònica Pérez resulta brillante, entre otras cosas, porque se complementan de forma brillante en el escenario. De su ingenio y talento escénico nacen diálogos extraordinarios y una capacidad interpretativa que transforma la obra en más que interesante.