El reconocimiento más valioso que puede alcanzar un comunicador o una comunicadora siempre tiene que ver con el contenido de su labor, más allá del número de seguidores que alimenten su cuenta personal de Instagram o de cualquiera de las plataformas digitales que conectan el mundo en la actualidad. El caso de la tarraconense Beatriz Archidona (1984) responde a ese perfil, una mujer muy enfocada a sus dos hijos y muy entregada a la causa profesional. Desde hace seis años labora para Mediaset como periodista política del popular matinal que conduce Ana Rosa Quintana. Llegó para una sustitución, pero su minuciosidad informativa convenció a los directivos, que la incorporaron prácticamente sin pestañear. En la calle, en la comunicación de piel a piel, se encuentra el verdadero aprendizaje de Archidona.
«Cuando entré en el programa de Ana Rosa me enviaron a Grecia para cubrir la problemática del país, cuando quería marcharse de Europa. He vivido experiencias increíbles, como también los atentados yihadistas. La calle es dura, pero en ella lo he aprendido todo», reflexiona.
A pesar de convivir con la popularidad, un precio con el que lidiar cuando el rostro aparece en la gran pantalla a diario, la tarraconense disfruta de equilibrio emocional. No le asusta andar expuesta, forma parte del catálogo de exigencias que pide la profesión. «Me gusta acercarme a la gente y algo bueno que tienen las redes es que puedes conectar con tus seguidores. También con las críticas. Pienso que algunas pueden ayudarme a mejorar e intento escucharlas».
Una cara visible
Desde este martes, Beatriz lidera el magazine El programa del verano, hasta ahora conducido por Ana Rosa Quintana, aunque su ausencia, por cuestiones de salud, la había cubierto Patricia Pardo. Ésta inició sus vacaciones hace siete días y cedió el testigo a la tarraconense, que se enfrenta a uno de los retos más importantes de su carrera.
«Creo que hacemos un programa cercano, intentamos hablar de lo que le preocupa a la gente», confirma. La también redactora cuenta con el reconocimiento de la audiencia a base de un trabajo riguroso y responsable en sus colaboraciones anteriores a la gran alternativa. Presentar uno de los monstruos de la parrilla de Telecinco no se encuentra al alcance de cualquier reportera.
Eso sí, para Beatriz no resulta algo nuevo. Su capacidad para moderar ya se consolidó, junto a Miguel Ondarreta, en el programa de actualidad de Telemadrid 120 minutos, de la misma productora que el tesoro de Ana Rosa Quintana.
Madrid se cruzó en el camino de la protagonista todavía muy joven, recién salida de la licenciatura y con el afán y el entuasismo de hallar un hueco en el sector por las nubes. Cursó un Máster para completar la formación y desde entonces, la inquietud por el progreso, le ha permitido permanecer en un ecosistema complejo.
El martes, con el cosquilleo lógico del estreno y la responsabilidad de coser un programa consagrado en la parrilla de propuestas, Archidona vivió una jornada meteórica, aunque su aparición en el magazine causó una grata impresión.
«Como hoy es mi primer día, al que no se porte muy bien le voy a hacer que nos haga un Abel Caballero, un bailecito de esos aquí en el plató», soltó a sus colaboradores en modo de aviso simpático después del editorial. Todos asintieron con un tono conciliador ante la ocurrencia de la nueva jefa, por lo menos por unos días.
Beatriz Archidona había recibido la bendición de su compañera Patricia Pardo en pleno directo. Ésta le allanó el camino con halagos profundos, consciente de la dificultad del nuevo rol. «Que se trata de una profesional extraordinaria es indiscutible y le deseo lo mejor, porque lo mejor está por llegar». Hubo emoción sentida.
