Diabetes en perros y gatos

Es cuestión de hábitos. Al igual que en los humanos, para evitarla se recomienda una dieta equilibrada y ejercicio

17 diciembre 2020 12:40 | Actualizado a 17 diciembre 2020 20:28
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La diabetes, como otras enfermedades, no es exclusiva del ser humano. Los últimos datos hablan de que aproximadamente uno de cada 300 perros y gatos la desarrolla a lo largo de su vida, por lo que la organización veterinaria MSD Animal Health ha hecho un llamamiento para concienciar a los propietarios de mascotas de la importancia de la detección temprana de la patología.

La diabetes es una enfermedad causada por la incapacidad del cuerpo de producir o usar la insulina y su origen puede obedecer a varios motivos. No obstante, está muy ligada a los buenos hábitos de vida de los animales. A saber, dieta equilibrada y hacer ejercicio físico de forma regular. Justamente la punta de lanza del problema. «Es muy habitual, cada vez más. Si los propietarios no se mueven, las mascotas tampoco y nos encontramos con mucho sedentarismo en perros. Hecho combinado con que se les dan muchas chuches o recompensas en forma de alimentación», manifiesta Anna Martí, doctora de AniCura Vetamic Clínica Veterinària, en Cambrils.

 

El pienso es fácil, en el sentido de que no se debe preparar. Es limpio y está equilibrado en cuanto a nutrientes. Pero no sirve cualquiera. Los de baja calidad y subproductos son perjudiciales para la salud.

La veterinaria explica que si bien perros y gatos pueden contraer la enfermedad, las causas son diferentes. En los perros se debe al sedentarismo y los hábitos alimentarios. «Tienen que comer productos de buena calidad, evitar los subproductos, a veces muy baratos. Además, no hay que darles mucha comida extra en forma de trocitos de queso o jamón. Se debe tener conciencia de que en un perro de dos kilos, un trozo de queso es como si nosotros prácticamente nos comiéramos un queso entero. Tienden a engordarse muchísimo», comenta.

Mientras, en los gatos el problema radica en el espacio. En este sentido, Anna recomienda, además de vigilar las dietas, el enriquecimiento ambiental. «Esto quiere decir que el entorno en el que viven esté adaptado. Que dispongan de lugares a los que puedan subir y de cosas para jugar, un ambiente un poco estimulante,  ya que en los pisos habitualmente viven en sitios reducidos y hacen poco ejercicio. El objetivo es que se puedan mover en tres dimensiones porque no son de ir por el suelo, sino por lugares altos». De lo contrario, encerrados y sin estímulos, a veces pueden generar   problemas psicológicos, estrés u obesidad.

Síntomas visibles
Beber mucha agua y orinar también mucho son síntomas claros de que los animales pueden padecer diabetes. «Es muy notorio. Lo que ocurre es que la insulina no funciona, por lo que no absorben la glucosa que ingieren, se adelgazan y tienen hambre constantemente». A partir de estos síntomas, con una analítica de sangre se constata perfectamente.

Una vez diagnosticada, lo primero que se debe hacer es un cambio de dieta. Así, Anna señala que debe ser alta en proteínas y fibra y reducir los carbohidratos. «No pueden comer ni pasta ni dulces, por ejemplo». Y por lo que respecta al tratamiento, consiste en insulinas inyectables.

La doctora recomienda premiarlos a base de frutas y verduras, en lugar de ‘chuches’

«Los dueños se angustian mucho cuando se les dice que tienen que pincharlos, pero en realidad son unas agujas muy pequeñas. Los perros y gatos se habitúan muy bien porque es una inyección que casi no duele y muchos canes la piden cuando cogen el hábito», afirma divertida la especialista.

La diabetes tiene la peculiaridad de que se comporta de manera diferente en perros y gatos. Mientras en los primeros es para toda la vida, no así en los felinos, que  puede ser reversible. «En ocasiones, solo controlando la glucosa, hay una cierta capacidad de recuperación». 

No obstante, la obesidad no provoca únicamente diabetes. Otras de sus consecuencias son un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias e hipertensión. Asimismo, el sobrepeso empeora la artrosis, de tal manera que sufren más dolor. «La obesidad disminuye considerablemente su esperanza de vida», sentencia Anna, de AniCura, quien añade que «afecta a todo el organismo. Provoca una inflamación crónica de todos los órganos».

Cuando padecen diabetes, la insulina no funciona, por lo que no absorben la glucosa que ingieren, se adelgazan y tienen hambre constantemente

Además, la doctora incide en que una vez con sobrepeso, es muy difícil que vuelvan a su peso ideal. Por ello aboga por trabajar en la prevención. «Si los perros están obesos y son de edad avanzada, cuesta mucho que hagan ejercicio porque se ahogan y casi no pueden caminar. Y el ejercicio muy fuerte, a veces está contraindicado». En cuanto a la restricción dietética, «como apenas se mueven, por mucho que restrinjas, no tienen gasto metabólico, por lo que es dificilísimo adelgazarlos», sostiene.

Finalmente, otro factor a tener en cuenta es la esterilización. Los perros y gatos esterilizados, tanto machos como hembras, tienen que seguir un control, ya que la intervención provoca un cambio hormonal por el que tienden a acumular más grasa. Aunque se tienen que vigilar un poco más, la solución es la misma, buena dieta y ejercicio.

Más información: AniCura Vetamic Clínica Veterinària. Con centro en Cambrils, en el Polígon Belianes y en Miami. web: www.vetamic.com; @anicura_vetamic (instagram) y facebook.

Beber mucha agua y orinar también mucho son síntomas claros de que los animales pueden padecer diabetes.

 

Alimentación
Dieta de calidad y otras claves

Por lo que respecta a la alimentación, en el  mercado se encuentran piensos para todos los gustos y dolencias. También para los animales que deben adelgazar. En cualquier caso, la veterinaria de AniCura Vetamic, Anna Martí, hace hincapié en que debe ser un alimento de calidad.

En cuanto a la dieta cruda, también conocida como Barf, la doctora defiende pros y contras. «Lo positivo es que les gusta mucho. Lo negativo, es que la comida cruda tiene muchas bacterias que, aunque se congele, no se acaban de eliminar. Aparte de ser peligrosas para ellos, son zoonóticas, es decir, que pueden pasar al humano. Ese es el problema. Que el animal con el que convives tenga una carga bacteriana alta, no es del todo conveniente sanitariamente». Lo ideal, apunta, es que se pasteurizara o se le practicara un tratamiento bacteriológico antes de consumirla.

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