Cuando los números también son un asunto de autoestima y confianza

«La relación como sociedad que tenemos con las matemáticas no es muy positiva... Muchos niños sienten que el problema son ellos; que no son lo suficientemente listos o buenos», reconoce Agnès Pàmies, jefa del programa Math Tutoring que el mes de enero pasado puso en marcha la Fundació Bofill. Participan 52 centros educativos de toda Catalunya, incluidos dos de Tarragona, tres de Reus, dos de Salou y uno de Tortosa.

El programa se dirige a alumnos de sexto de primaria en situación de vulnerabilidad y complementa y refuerza la tarea de la escuela. Se lleva a cabo en sesiones semanales de una hora y media en horario extraescolar con grupos de 3 o 4 niños. Acompañados por un tutor o tutora, las actividades ponen énfasis en el razonamiento y el descubrimiento.

Explica Pàmies que llevan un par de años investigando sobre el tema y planeando el proyecto para lo cual han estudiado ejemplos de Inglaterra y EEUU donde está más presente la cultura del tutor como alguien con quien se crea un vínculo positivo.

De ejercicios a vídeojuegos

Xavier Alarcón es coordinador del programa en la provincia de Tarragona y Paula Cortés, trabaja con los alumnos de las dos escuelas de Tarragona que participan: Marcel·li Domingo y Riu Clar.

Ambos relatan que no se trata de una clase de repaso de matemáticas, sino de unas sesiones en las que se combinan actividades con el apoyo de material manipulativo con un videojuego que los motiva a seguir aprendiendo. «La idea es que descubran la magia de las mates que muchas veces en las clases no se ve», explica Cortés.

Pero casi tan importante como esto es lidiar con las emociones que la asignatura despierta en los alumnos. Se encuentran a menudo con casos de frustración, desmotivación y falta de autoestima.

Lo que sí ha quedado con las sesiones que llevan es que la confianza de los alumnos en ellos mismos es clave «si te sientes capaz eso facilita mucho a la hora de enfocar las cosas», señala Cortés y Alarcón añade que «si estás frustrado lo importante no es la tarea sino cómo te sientes... Les enseñamos que si se equivocan no pasa nada».

Pàmies remata: la idea no es solo mejorar los resultados en matemáticas, sino que esta asignatura no se convierta en un obstáculo que limite las opciones de futuro de las y los niños, teniendo en cuenta que muchos de los trabajos más demandados tienen que ver con esta materia.