Esos chicos ahí

La Virreina continúa su intensa labor expositiva descubriendo para muchos una nueva figura radical, Fernand Deligny

27 noviembre 2023 18:19 | Actualizado a 27 noviembre 2023 18:30
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Los cambios importantes no son fruto de un día y si actualmente hablamos, sentimos, pensamos la salud mental y la inadaptación social con mayor conciencia y sensibilidad es porque han existido figuras como Fernand Deligny (1913-1996), acaso un desconocido para muchxs por estos lares. Aunque se han visto algunas de sus películas en museos de renombre, nunca se había realizado una exposición tan exhaustiva como la que se inauguró el pasado viernes 17 de noviembre, en La Virreina Centro de la Imagen de Barcelona, y que podrá visitarse hasta el 14 de abril.

Pero las exposiciones tampoco son fruto de un día y el programa expositivo que Valentín Roma y su equipo llevan años realizando –con colaboradores del mismo centro y sobre todo externos– tiene unas líneas muy claras: atravesar siempre las imágenes con texto, con pensamiento contestatario, con una política radical en busca de obras subversivas que, unas más que otras, han ido habitando de modos diferentes los museos y centros de arte: la pintura y dibujos de Paula Rego a Oriol Vilapuig, las imágenes cinematográficas de Alexander Kluge a Pedro Costa, las reflexiones de Susan Sontag a John Berger o Marguerite Duras, por citar tan solo algunos hitos expositivos recientes.

$!Mapa de las líneas de errar de Benoit, junio de 1973. Foto: Cortesía ed. L’Arachnéen - F. Deligny

En la exposición actual “Fernand Deligny: elogio del asilo”, vemos de nuevo ese mismo vector de fuerza que cruza imágenes, texto, pensamiento y política radical. El equipo de comisarixs a cargo de esta nueva exposición está compuesto por Sandra Álvarez de Toledo, Anaïs Masson y Martín Molina Gola –expertxs investigadorxs y editorxs del pensamiento de Deligny– y nos ofrece un detallado recorrido por la vida y trabajos de esa figura radical: educador y escritor, Deligny se consagró a lograr que chicos autistas y adolescentes “inadaptados” pudieran vivir escapando del diagnóstico psiquiátrico, del encierro institucional o de la reeducación normativa y paternalista. Un horizonte de trabajo y una orientación psicosocial que se asociarán, hasta cierto punto, con los que realizaban en la misma época Jean Oury y Félix Guattari en la clínica de La Borde –donde trabajó, de hecho, el mismo Deligny a finales de los 60– y que tanto han servido, como decíamos al principio, para cambiar nuestra manera de relacionarnos con los trastornos de la salud mental, para articular otras maneras de pensar las “instituciones” que dan asilo a esas personas al margen de la norma social.

Deligny logró que chicos autistas vivieran al margen del encierro psiquiátrico

A través de nueve salas, lxs comisarixs nos descubren así la intensa labor de Deligny y de las “presencias cercanas” –entre otrxs, Gisèle Durand-Ruiz y Jacques Lin, que también han colaborado en esta exposición– para crear territorios (“áreas de estancia”) donde chicos autistas e inadaptados desarrollan sus maneras de percibir y concebir el mundo sin estar sujetos a las normas de los que “tenemos” lenguaje.

Creando esos territorios de convivencia 24 horas al día, Deligny y las presencias cercanas establecieron nuevas maneras de vivir con los que llaman “esos chicos ahí”: una expresión despreciativa referida a esos jóvenes sin lenguaje, inadaptados sociales, que Deligny recupera y dignifica por su fuerza espacial, “ahí”. Los movimientos de esos chicos ahí, sus idas y venidas, sus giros y errancias, sus gritos, sus tareas cotidianas constituyen entonces la fuente de la que surgen otros sentidos, otras imágenes y otros mapas diarios, otras maneras de comunicarse y otras maneras de vivir.

En definitiva, lejos de las instituciones que los rechazaban o los disciplinaban cruelmente, los asilos de Deligny se crearon para esos chicos ahí desde la experimentación y el juego constantes, porque solo así se puede vivir “fuera del lenguaje”.

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