Doctor en ingeniería aeroespacial, el tarraconense Jorge Nicolás-Álvarez es uno de los científicos más mediáticos del momento. Divulgador incansable, es el creador del canal @fugastronautica y colaborador del podcast The Wild Project. Ha trabajado en proyectos de investigación junto con la Agencia Espacial Europea y la NASA y acaba de publicar su primer libro, Hemos recibido un mensaje extraterrestre (Ediciones B), definido por él mismo como «un manual para tener conversaciones de sobremesa, pero siempre en base a la evidencia científica».
¿Por qué extraterrestres?
El título hace honor solo a dos capítulos del libro. En uno de ellos planteo cómo se gestionaría el hecho de que un grupo de científicos recibiera un mensaje extraterrestre y lo descifrara. ¿Qué haríamos?, ¿contestaríamos?, ¿quién lo decidiría?
Imagínese que le llega a una persona como Putin...
Hay un protocolo, que en realidad son unas directrices escritas, que dice que en caso de recibir un mensaje nadie conteste sin antes someterlo a evaluación.
Un protocolo que no conoce nadie...
No es vinculante y nadie lo ha firmado. Es decir, si le llega a Rusia, a China o a países que no son demasiado transparentes, seguramente no lo seguirán. Para mí es una de las situaciones más interesantes de imaginar porque une ciencia, un poco de filosofía y moral. Me parece justo que se hiciera un referéndum mundial y contestar en nombre de la humanidad. Pero es una situación bastante utópica, ya que escribiendo el libro me di cuenta de que solo un 20% de la población vive en una democracia plena.

En caso de contestar, ¿cómo funcionaría la relatividad del tiempo en el espacio?
En caso de que se haya enviado y llegue de muy lejos, de una estrella a mil años luz, lo que nos llegará será lo que se ha enviado hace mil años. Por tanto, una de las situaciones guays de contestar o no es que la resolución será el problema de otras generaciones venideras.
¿Puede ser que ya hubiera habido un contacto por parte de otra civilización?
Es muy improbable porque hubiéramos visto indicios. Si hubiera venido del sistema solar lo hubiéramos visto. Entonces, habría tenido que venir de tan lejos que su tecnología sería tremenda. Si hubiera habido contacto y se hubiera aterrizado en la Tierra e interactuado con nosotros, hubieran dejado algo y no hay nada y las pirámides no son la prueba.
Si piensa en un extraterrestre ¿cómo se lo imagina? En el imaginario occidental los americanos han hecho bastante daño con esto.
Siento decirlo, pero estoy muy contaminado por la ciencia ficción. Nunca nos los imaginamos con un pelazo... Pero podría ser. Siempre que me hago la imagen es el hombrecillo verde o gris, sin pelo y con tres dedos.
El libro, en realidad, divulga con rigor. ¿Vamos a acabar como Venus?
A Venus lo llaman el hermano de la Tierra porque son planetas muy parecidos, con las mismas posibilidades de tener vida. Sin embargo, el efecto invernadero de Venus es enorme. No sabemos bien cómo se ha llegado ahí, hay muchas teorías y se está investigando, pero nos estamos dirigiendo hacia ese escenario. Nuestro efecto invernadero está creciendo debido a las emisiones por la actividad humana y es algo a tener en cuenta.
Hay una obsesión con Marte...
Es el planeta más interesante del sistema solar, aparte de la Tierra, porque tenemos pruebas para pensar que allí hubo agua líquida, mares y ríos, lo que nos lleva a creer que hubo vida hace mucho tiempo. Y hay agua hoy día, en forma de hielo, sobre todo. Se está invirtiendo mucho en Marte, ahora mismo está el rover Perseverance taladrando la superficie para dejar muestras con el objetivo de que una misión, dentro de unos años, las recoja y las traiga. Nunca se ha traído una muestra de Marte a la Tierra.
¿Una competición similar a la carrera espacial para ir a Marte sería positiva o negativa?
Toda competición en esta materia es positiva, en el sentido de desarrollo tecnológico, siempre que se haga con las medidas adecuadas porque hay vidas en juego. De hecho, ya estamos viviendo una carrera espacial 2.0 sobre quién volverá a pisar la Luna.
¿Iremos a Marte de vacaciones?
Nosotros no lo veremos. Sí que veremos, a más tardar en la década de los 50, cómo los primeros humanos pisan Marte y también una colonia científica en la Luna.
Descarta el fenómeno Ovni. Habla de objetos militares de la Guerra Fría.
Es un tema que en mi carrera de divulgador me ha tendido a aburrir bastante por toda la seudociencia que hay alrededor, todo el poco rigor con el que se trata. Pero obviamente, si escribes un libro sobre extraterrestres tienes que cubrir los ovnis. Existen porque es un objeto volador no identificado y esto se ha dado muchísimas veces, lo que no quiere decir que sea una nave extraterrestre. Es un problema para la seguridad aérea. A finales del 2023 se habló bastante, cuando exmilitares fueron al congreso de EEUU a declarar para que se investigaran los fenómenos ovnis. El objetivo de esto es mejorar la seguridad aérea. Si se ha visto algo que ha obligado a cancelar unas maniobras aéreas porque las ponía en riesgo, se debe investigar, no mantener en secreto. Esto es caldo de cultivo para teorías de la conspiración y decir que EEUU nos oculta cosas.
¿Nos oculta?
Si es tecnología militar, de defensa o que está clasificada, obviamente está oculto. Si es tecnología de otros países como Rusia, por ejemplo, que tiene un avión espía, por supuesto que está clasificada porque es tecnología de defensa. Entonces, ¿EEUU nos oculta tecnología extraterrestre? Seguramente, no porque EEUU es un país que tiene instituciones públicas financiadas con dinero público con un montón de trabajadores que dedican su vida a la búsqueda de vida extraterrestre. Si se hubiera encontrado no hay ningún motivo para ocultarlo.
Insiste en investigar más allá del sistema solar.
Hemos llegado a todos los planetas de nuestro sistema solar con naves autónomas. Si hubiera habido infraestructura extraterrestre en alguno lo hubiéramos visto. Donde puede haber es en otras estrellas, en otras galaxias. Pero durante siglos va a ser muy complicado llegar al desarrollo tecnológico que nos permita ir a visitar otras estrellas porque la más cercana está a cuatro años luz.
¿Qué ocurre con el desarrollo tecnológico?
Es la paradoja de Fermi, que plantea por qué nunca hemos visto a nadie en el universo. En este sentido, puede haber dos filtros. Uno de ellos dice que la vida es bastante común, pero que llega un momento en que cuando una especie inteligente prospera tecnológicamente termina por estancarse o extinguirse, de tal forma que no podrá extenderse como para que otras civilizaciones la vean. Si este fuera el caso sería preocupante porque estamos en ese punto. Ahora estamos viendo las consecuencias del desarrollo tecnológico, del cambio climático, del haber quemado combustibles, de la energía nuclear, que tiene aplicaciones impresionantes pacíficas, pero que también es un arma que podría acabar con el mundo. La solución a la paradoja es complicada.
¿Qué opina de la energía nuclear?
Estamos en una transición energética en la que hay que abandonar los combustibles fósiles. En esta transición, la energía nuclear de fisión juega un papel muy importante porque el problema del cambio climático son las emisiones de carbono y la energía nuclear es una gran aliada, ya que no emite. Por tanto, que se cierren tan pronto es pegarse un tiro en el pie, es ir contra la mitigación del cambio climático y a favor de los combustibles fósiles. Lo que no cubra la nuclear lo cubrirá el gas natural, que sí emite carbono.