Las orquestas y los órganos nunca han hecho buenas migas. No por una cuestión musical, pues son perfectamente compatibles, sino física: es difícil encontrar un espacio donde se puedan juntar los músicos y un instrumento de grandes dimensiones a la altura de su repertorio. La Orquestra de la Universitat Rovira i Virgili (URV), dirigida por Miquel Massana, y el organista Berenguer Montserrat desafiarán este fin de semana las leyes uniendo sus fuerzas en dos conciertos: el sábado, a las 18.00 horas, en la iglesia de Sant Andreu de La Selva del Camp (entrada libre) y el domingo, a las 19.00 horas, en la Catedral de Tarragona (entrada libre con taquilla inversa).
«Para el tipo de programa que hacemos necesitamos un instrumento grande, con dos o tres teclados y varios registros, y en el Camp de Tarragona no hay muchos. Además, está el inconveniente de la distancia: el órgano suele estar colgado en el lateral o en el corazón de la iglesia y eso genera un problema añadido de reverberación», explica Massana.
Estas dos actuaciones harán un recorrido por la historia de la música clásica: el Barroco Medio, con Jean-Baptiste Lully; el Tardío con Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel; el Clasicismo de Mozart y el Romanticismo de Saint-Saëns. «El concierto Orgue & Co. Diàlegs entre orgue i orquestra. Del segle XVII al XIX es una oportunidad única para escuchar un repertorio que casi nunca se interpreta por la complejidad de este formato, ya que el Palau de la Música es el único auditorio con órgano en Catalunya», afirma Massana.
A lo largo del recital, este instrumento mostrará diversos registros: bajo continuo, solista y como un miembro más de la formación. «El programa está pensado para órgano y orquesta como un conjunto, no como una colaboración. El órgano es el instrumento principal», asegura el director de la Orquestra de la URV, que está compuesta por una sesentena de músicos.