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    La República Checa, más allá de Praga

    Praga suele eclipsar a los viajeros que visitan la República Checa, pero el país está lleno de tesoros arquitectónicos y naturales

    29 diciembre 2022 18:58 | Actualizado a 29 diciembre 2022 19:08
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    Cuando pensamos en la República Checa nos viene a la mente la imagen de su majestuosa capital. El centro histórico de Praga alberga centenares de edificios históricos de una belleza excepcional, pero más allá de esta gran ciudad, a menudo bastante masificada por los turistas, hay un país lleno de tesoros arquitectónicos y naturales que bien merecen una visita.

    Además, por suerte para el viajero, la República Checa es un país donde el turismo de masas todavía no ha llegado (a excepción de Praga) y es fácil pasear por núcleos de gran valor histórico sin tener que esquivar grupos de turistas y encontrar restaurantes y alojamientos con una relación calidad-precio excelentes. Viajar a Chequia no es caro, eso sí, hay que tener en cuenta que en muchos lugares la comunicación es algo complicada, ya que mucha gente, especialmente los mayores de 50 años, sólamente habla checo.

    Brno, la segunda ciudad de la República Checa

    En cualquier ruta que se precie por la República Checa vale la pena dedicar al menos un par de días a la ciudad de Brno, la segunda ciudad con más habitantes de todo el país y la más grande de la región de Moravia. Si algo caracteriza a Brno es su ambiente universitario. Durante el curso escolar su inmensa universidad acoge en sus aulas a miles de estudiantes de todo el mundo, muchos de ellos interesados en temas científicos, ya que Brno fue la ciudad donde Johan Mendel desarrolló las conocidas como «Leyes de Mendel», consideradas el punto de partida de la ciencia genética.

    Pero, más allá de estudiantes, Brno es una ciudad donde tradición y modernidad van de la mano. Su skyline está dominado por la catedral de San Pedro y San Pablo, ubicada en uno de los puntos más elevados del centro de la ciudad, en la colina de Petrov y por el castillo de Spilberk, que actualmente es la sede del Museo de la Ciudad de Brno y del Museo de la vida carcelaria, además de ser el lugar donde se celebran varios festivales musicales y teatrales durante el verano.

    En los alrededores de Brno vale la pena descubrir Brněnská přehrada, una zona conocida también como la represa de Brno. Se trata de un lago donde se pueden realizar un montón de actividades lúdicas, desde alquilar una tabla de paddle surf hasta bañarse o alquilar pequeñas embarcaciones para navegar por el río para llegar hasta el castillo Veverí.

    El Karst de Moravia

    A unos 35 km al norte de la ciudad de Brno se encuentra el Karst de Moravia, una de las zonas kársticas más importantes de Europa Central. El área ocupa alrededor de unos 92 km2 y cuenta con centenares de cuevas y desfiladeros. Uno de los grandes atractivos de la zona son las cuevas Punkva, una red de cuevas de piedra caliza formadas hace más de 350 millones de años por el efecto corrosivo de las aguas subterráneas. De los doce km de esta cueva sólo tres están abiertos al público. A través de varios pasadizos y escaleras se recorren varias galerías que acaban desembocando en la parte baja del abismo de Machoca. Una vez llegados a la parte más baja, para salir de las cuevas hay que navegar con unas pequeñas lanchas por el río Punkva.

    El país no está masificado y la relación calidad-precio de restaurantes y alojamientos es buena

    El abismo de Machoca es un desfiladero de más de 138 metros de profundidad, el más grande de este tipo en la República Checa y de Europa Central. El lugar es espectacular, especialmente desde el mirador llamado Lower Bridge donde se puede contemplar a lo lejos las personas que visitan las cuevas y que parecen pequeñas hormigas por la gran distancia.

    Litomyšl, la ciudad del castillo italiano

    Litomyšl es una pequeña localidad llena de encanto, de nombre impronunciable, y donde, seguramente, te encantaría vivir durante una temporada.

    Su gran tesoro es el palacio, con una preciosa fachada esgrafiada. Inscrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, comenzó a construirse en 1568 bajo la supervisión de Giovanni Battista Avostalli, ya que la familia Pernštejn era una enamorada de este estilo arquitectónico italiano.

    Ahora bien, si algo caracteriza a Litomyšl, más allá del precioso palacio, es su vinculación con la música, especialmente con el compositor Bedřich Smetana, nacido en Litomyšl en 1824. La mayor plaza del municipio, su teatro y un reconocido festival de música (el segundo más antiguo en Chequia) que se celebra cada verano llevan su nombre.

    Kutná Hora, la ‘ciudad de la plata’

    Sin duda, una de las ciudades más bonitas de la República Checa es Kutná Hora, que debe su esplendor y su importancia en la historia a sus minas de plata. De hecho, estas minas fueron las que durante los siglos XIII y XIV, la convirtieron en la segunda ciudad de Bohemia, llegando incluso a competir con el liderazgo de Praga a nivel económico y político.

    Si un edificio destaca por encima del resto en Kutná Hora es la catedral de Santa Bárbara, Svatá Barbora en checo. Aunque por motivos arquitectónicos se la denomina catedral, porque posee más de tres naves, cinco en total, y un extenso sistema de contrafuertes y arbotantes, en realidad es sólo iglesia porque no tiene transepto ni es sede de ningún arzobispo. Tanto el interior como el exterior son impresionantes, especialmente sus vidrieras, algunas instaladas en 2014, y su característico tejado.

    Ahora bien, Kutná Hora también es famosa por el osario que se encuentra bajo la Capilla de Todos los Santos, ubicada en medio del cementerio de la ciudad. Antiguamente, este camposanto era considerado sagrado y mucha gente pedía ser enterrada aquí. Durante la Edad Media se construyó esta iglesia y, para custodiar todos los huesos desenterrados se hizo una capilla inferior. A finales del siglo XIX era tal la acumulación de huesos que se encargó a František Rint, un tallista, que diseñase un espacio para colocar los huesos de forma más ordenada. El buen señor tuvo la brillante idea de decorar paredes, techos y lámparas con huesos. El resultado es curioso para algunos y macabro para otros.

    De ruta en familia es un blog de una pequeña familia tarraconense ansiosa por descubrir el mundo. En 2021 recibió el premio al mejor blog de viajes con niños

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