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El músico y compositor Lionel Beltrán-Cecilia (Amposta, 1984) empezó sus estudios en 1993 en la escuela de música de La Unió Filharmònica d’Amposta, especializándose en percusión. Así, en 2008 dio sus primeros pasos como compositor autodidacta, ampliándolos después en la Escuela de Composición y Dirección Baix Maestrat, en Castellón, además de realizar otros cursos con compositores de renombre. Recientemente, en 2019, dio el salto al panorama internacional de la mano de Molenaar Edition, ampliando su repertorio al frente de la Banda da Força Aèrea Portuguesa.
Ha sido reconocido con el Premi Amposta 2021.
Ser el Premi Amposta 2021 es un sueño hecho realidad. Desde que empecé a componer, uno de los principales deseos era aspirar a este premio, ya que es el mayor reconocimiento que se puede recibir en Amposta, mi ciudad natal. El reconocimiento pone en valor todas las horas de trabajo que hay detrás de tantas notas y melodías musicales, así como situar Amposta en el mapa mundial de la música de banda.
¿Qué significa para usted la música?
Significa muchas cosas, el día a día, el trabajo, los amigos, la familia y el poder experimentar con todas las melodías que van apareciendo en mi cabeza, por lo que muchas veces es imposible desconectar. Pero es lo que elegí y lo que quiero hacer. La música es mi vida.
¿Cuál destacaría que ha sido su mejor logro en el ámbito profesional?
Ha sido llegar a ser alguien en el mundo de la composición de la música de banda. Creer en lo que quería hacer, que era escribir este tipo de música, llegando a todos los rincones del mundo a través de ella.
Como tantos músicos, empezó sus estudios en La Unió Filharmònica d’Amposta, especializándose en percusión.
Fue el inicio de lo que soy ahora. Gracias a la Unió Filharmònica, la que considero mi casa, tuve la oportunidad de poder aprender música, empezar a tocar la percusión, años más tarde poder estrenar algunas de mis composiciones, y finalmente dirigir la banda de esta sociedad musical -y a los que son y han sido mis compañeros- en diversas ocasiones.
¿Qué le llamó la atención de la percusión?
Desde el primer momento tuve claro que quería ser percusionista. El porqué no lo sé, supongo que me llamó la atención por su variedad de instrumentos y porque me encanta experimentar con sus sonidos.
¿Qué bandera hace del legado musical de las Terres de l’Ebre?
La proximidad de las Terres de l’Ebre con el norte de la Comunidad Valenciana nos ha aportado una gran riqueza bandística a toda esta zona. De ahí que casi todas las poblaciones cuenten con su banda, lo que hace que la tradición de música de banda sea el mayor legado que tenemos aquí.
¿Sin qué melodías no podría vivir?
No sabría decir con qué melodías no podría vivir. Intento, dentro de mis composiciones, tener un amplio abanico, pero un estilo que me encanta son los pasodobles, por los cuales, en estos años como compositor, he sido galardonado con premios de composición y menciones de honor por toda la geografía española.
También es profesor. ¿Qué les transmite a sus alumnos?
A mis alumnos y alumnas de percusión lo que más les transmito es que, si llegan a ser músicos, mimen y quieran mucho este tipo de música. Ser instrumentista de banda no es ser un músico de segunda división. Hay muchas bandas y muy importantes en todo el mundo. En casi todos los pueblos y ciudades hay al menos una o dos, que, además de música, culturizan y enseñan valores como el respeto y el compañerismo.
Como director de banda, ¿qué actitud tiene a la hora de dirigir?
Cuando tengo que ponerme a los mandos de una banda, intento ser lo más cercano posible. Normalmente, voy como director invitado a dirigir mis composiciones. Muchas veces, para el músico amateur tener delante a quien ha escrito lo que va a interpretar, da un poco de respeto. Por eso tienes que estar dispuesto a explicar el cómo y porqué lo quieres así, y lo que hay detrás de la composición que van a interpretar.
Sus primeros pasos como compositor fueron autodidactas. ¿De dónde sacó la inspiración?
Realmente no fue inspiración, sino las ganas de empezar a hacer lo que hacía años que quería ser. Con los años, la experiencia de ir a reforzar, como percusionista, a bandas con menor número de músicos o sin algún tipo de instrumento en concreto, me ayudó a poder sacar mis propias conclusiones de cómo podría suplir aquello que la banda no tenía, con otro instrumento o el más parecido posible. Todo ello, sin dejar de practicar y de buscar las herramientas y programas adecuados para poder maquetar las composiciones una vez hechas y dejarlas en óptimas condiciones para que los músicos las puedan interpretar.
‘Ahir, avui i sempre...’ es su primer trabajo monográfico. ¿Cómo ha evolucionado y hacia donde quiere encaminar su carrera profesional en los próximos años?
La evolución ha sido muy ascendente. En el momento en el que Molenaar Edition se interesó por mi música fue un plus añadido, y me abrió muchas más puertas. Las grabaciones de la editorial en Lisboa con un equipo profesional, con asesores y en mi caso una banda profesional como es la Banda da Força Aérea Portuguesa, suman, indiscutiblemente, mucho. Creo que estoy en la línea que hay que seguir para encaminar esta carrera profesional tan difícil.
En 2021 amplió el catálogo de composiciones con la editorial holandesa Molenaar Edition.
La pandemia dio mucho de sí y, en 2021, ampliamos el catálogo con la fantasía épica medieval The Royal Crown y el divertimento para trompa solista y banda Blue Hörn, que se sumaron a la fantasía Wild West de 2020 y el episodio sinfónico Vikings: The Legend, obra que me adentró en la prestigiosa editorial holandesa Molenaar Edition en el año 2019 y que me abrió las puertas del mundo, compositivamente hablando.
