Valls se ha convertido en un referente gastronómico y cultural en Catalunya, sobre todo gracias a apuestas como La Festa de la Calçotada, que se celebra el último domingo del mes de enero. En este caso, el próximo día 29. El calçot es un producto que distingue a la capital de l’Alt Camp y que se ha popularizado en el país durante esta época del año.
La Festa de la Calçotada, conocida en todo el territorio, es una de las citas gastronómicas de Catalunya más importantes y con mayor afluencia de visitantes. En 2022, después de la pandemia, alcanzó la normalidad en casi todos sus actos. Un festivo, tradicional y promocional en torno a este alimento distintivo. La fiesta impregna las calles y plazas de Valls de un ambiente repleto de alegría y optimismo.
En la capital de l’Alt Camp, ciudad de origen de la calçotada, hace más de 120 años que se lleva a cabo esta actividad gastronómica, pionera en muchos aspectos.
Desde finales del siglo XIX, esta tradición tan original ha conquistado generaciones y, por eso, Valls se ha dado a conocer en todas partes como la capital del calçot.
La calçotada, una comida basada en el calçot, la salsa y los complementos, mueve cada temporada visitantes entre los meses de noviembre a abril, lo que evidencia el arraigo de esta fiesta gastronómica tan típica y popular en esta tierra. Un producto delicioso y de calidad. La ciudad y la comarca se muestran esperanzados, un año más, con la Gran Festa de la Calçotada. Tanto los que ya conocen los rasgos del manjar como los que todavía no lo han probado, si se acercan a Valls el domingo 29, habrán dado el primer paso para quedarse enganchados a esta tradición.
Además de la degustación de este producto, los asistentes disfrutarán de una fiesta lucida y dinámica, con un programa de actos tradicionales, festivos y con concursos relacionados con el mundo del calçot: pasacalles; demostraciones de cocer calçots en la parrilla; mercado de la calçotada; concursos de cultivadores de calçots, de elaboración de salsa de la calçotada; degustación popular y demás actividades que completan un cartel atractivo para el visitante.
De cara a esta edición de 2023 se han presentado algunas novedades. Por ejemplo, las degustaciones deberán recogerse en la Cooperativa Agrícola de Valls. De esta forma se prevé descongestionar el centro de la ciudad y crear rotación de visitantes. El espacio se habilitará con parrillas para cocer los calçots y la carne.
Por otro lado, la marca Calçotada Sostenible, un proyecto que quedó paralizado por la pandemia, se va a reactivar y potenciar en este 2023 con el afán de poner en práctica unas calçotades más reutilizables y con menos residuos.
Una ruta con encanto
Además de sus delicias gastronómicas, Valls ofrece otras peculiaridades turísticas que la transforman en una ciudad de gran impacto y encanto. La ruta por el Barri Antic resulta, en la actualidad, una actividad de obligada visita.
Se trata de itinerario cultural que muestra el amplio patrimonio histórico-artístico de la ciudad, entre el que destaca la magnífica iglesia de Sant Joan, el edificio del Ayuntamiento y las calles de la Cort y del Call, de gran calado.
Este paseo por la capital del Alt Camp puede complementarse con la visita al Museu de Valls, que acoge una de las colecciones de obras de arte catalanas de los últimos tiempos -desde 1875 hasta la actualidad- más importantes del país.
Otros puntos de interés, son el Call Jueu, la iglesia de Sant Joan, la Plaça del Blat, la Casa de Santes Creus, la Capella del Roser, la casa reformada para Cèsar Martinell, el Pati, el antiguo hospital de Sant Roc, el Teatre Principal, el monumento als Xiquets de Valls, el Passeig dels Caputxins, el Santuari de la Mare de Déu del Lledó y la Biblioteca Popular.
ESTOS SON LOS 10 ENCLAVES HISTÓRICOS:

Sant Roc (S.XVI-XVIII). No fue tan solo la sede del hospital de la población hasta 1835, sino que, además, el en 1800 el rector Jaume Cessat fundó la orden de las Germanes de la Caritat y puso en funcionamiento la primera escuela de niñas de Valls. Desde 2022 acoge el Espai Gerhard.

Iglesia y campanario de Sant Joan (s. XVI y XIX). Declarados Bien Cultural de Interés Nacional, la iglesia combina elementos de transición entre el gótico y el renacimiento y el campanario de 74 metros de altura y estilo neogótico, es el más alto de Catalunya

Plaça del Pati. El origen de la Plaça del Pati está ligado al de la misma ciudad. Recibe este nombre por el hecho de haber sido el patio de armas del Castell de l’Arquebisbe, construido en los momentos ini ciales de la fundación de Valls como ciudad. Es uno de sus emblemas.

Ca la Massona (s. XX). Del conjunto de viviendas construidas por familias acomodadas en la Plaça del Pati entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, destaca como ejemplo más notable el edificio de Ca la Massona, referente en la ciudad.

Ca Vives Pi (s. XX). Es un inmueble del siglo XIX que, en 1917, cuando pertenecía a la familia Pi, fue reformado por el arquitecto vallense Cèsar Martinell siguiendo las corrientes artísticos de esos años. La obra es hoy muy valorada por los vallenses y de obligada visita. La casa está situada entre el número 68 del Carrer de la Cort y el 10 de la Plaça del Pati.

Capella del Roser (s. XVI-XVIII). En el siglo XVI, la capilla acabó adoptando el nombre actual de Capella del Roser, por el hecho de haberse convertido en el lugar donde se reunía la cofradía de los maestros de casas de la población vallense. Está situada en el número 24 del Carrer de la Cort.

Plaça de l’Oli. Una de las principales plazas de mercado de Valls fue la Plaça de l’Oli, donde, tal y como nos indica su nombre, en su origen se comerciaba con aceite, además de otros artículos de consumo. En ella se hace ahora el mercado semanal de la fruta y verdura.

Casa de Santes Creus (s. XVII). El monasterio de Santes Creus también mantuvo lazos económicos con Valls, donde tuvo tres casas a lo largo del siglos XVI y XVII. Una de estas casas fue la Casa de Santes Creus de Valls, que perteneció al monasterio hasta 1835. Está en el Carrer de la Cort 3.

Calle de la Cort. Esta calle conecta las plazas históricas del Pati y del Blat. Su nombre tiene su origen en que aquí se reunía la Cort del Batlle de l’Arquebisble. Se trata del eje comercial principal de la ciudad con numerosos edificios patrimoniales a ambos lados.

Plaça del Blat. Plaza porticada y plaza del Ayuntamiento. Es el punto emblemático de Valls y el Km0 del mundo casteller. Acoge las grandes fiestas de los Xiquets de Valls desde hace más de dos siglos. Se trataba de una de las principales plazas de mercado, un uso que tuvo hasta hace poco