La receta que Inma nos ofrece nos lleva a Italia y responde al más puro estilo de una cocina que ha hecho de la pasta su sello de identidad, pero también de otros muchos productos que podemos asociar a un país con el cual compartimos historia y cultura.
Nuestra invitada de hoy reside en Italia, pero no olvida sus orígenes tarraconenses y nos visita con frecuencia trayendo con ella recetas con sabor italiano que, podemos decir, conoce de primera mano. Nos va a preparar unos filetes de pollo con dos ingredientes básicos en la cocina italiana: orégano y queso parmesano.
El orégano es una planta que se encuentra en la cuenca mediterránea y que ya era conocida por griegos y romanos por sus propiedades curativas y culinarias. Además de cultivada, crece de forma silvestre en bosques y montañas del territorio peninsular. Existen distintas variedades, siendo la mediterránea una de las mejores, según dicen los expertos. Su aroma ya se ha hecho familiar en nuestras cocinas al ser uno de los condimentos más utilizados en muchos platos.
El queso parmesano toma cuerpo y presencia en la cocina italiana. Con Denominación de Origen, ha adquirido reconocimiento en muchos países, pasando a ser uno de los quesos más conocidos y valorado a nivel gastronómico. No exageramos si decimos que se ha convertido en un icono no solo alimentario, también cultural y reclamo turístico. ¿Quién al visitar Italia no ha probado y comprado parmesano?
De la carne de pollo hemos destacado siempre su disponibilidad y polivalencia. Podemos encontrarla en el mercado preparada a nuestro gusto: fileteada, rellena, a cuartos, entera... A precios asequibles y de proximidad. En las cocinas supone una fuente de ideas para cocinarla de todas formas. Desde la más sencilla hasta cuando preside nuestras mesas rellena con frutos y otras delicias.
Los productos de la receta podemos encontrarlos en nuestro mercado en las paradas Pollastres Pili y Formatgeria Magda.
Ingredientes para 4 personas
l 4 pechugas de pollo
l 400 gr de tomate
l 2 ajos
l sal
l Aceite de oliva virgen
l Orégano
l 1 huevo
l 1 cebolla
l Hojas de Apio
l Pan rallado
l Queso parmesano
l Hojas verdes para acompañar
Preparación
Inma ya ha dispuesto todos los ingredientes y lo primero que vamos a preparar va a ser la salsa que va a servir de base para las pechugas.
Ponemos en una sartén la cebolla y el ajo bien picados, una vez están dorados incorporamos el tomate triturado y dejamos a fuego lento unos 25 minutos. En los 2-3 minutos finales espolvoreamos con el orégano. La salsa tiene que quedar como una crema no muy líquida. Reservamos.
Las pechugas las partimos por la mitad y las aplanamos. Hacemos en un bol una mezcla con orégano, apio y un poco de aceite y maceramos en ella las pechugas unos 30 minutos. Echamos sal a nuestro gusto.
Una vez pasado este tiempo, secamos las pechugas con papel de cocina y las pasamos por huevo y pan rallado procurando que se impregnen bien.
En una sartén freímos las pechugas en aceite bien caliente de forma que se doren por la parte externa y las vamos colocando en una bandeja de horno en la que hemos puesto una base de la salsa de tomate. Cubrimos las pechugas con el parmesano rallado, la cantidad a gusto y ponemos en el horno a 180 grados, para que se acaben de hacer. Unos 5 minutos será suficiente.
Una vez están hechas, colocamos las pechugas en platos individuales y las acompañamos con hojas verdes, a nuestro gusto, en este caso, Inma ha escogido una ensalada de rúcula aunque admiten todo tipo de guarnición. ¡Buenísimas!
¡BUEN APETITO!
