Whatsapp Diari de Tarragona
  • Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
    Diari
    Comercial
    Nota Legal
    • Síguenos en:

    Toni Sánchez, el contador de historias que se fue a Cuba

    Este realizador audiovisual y escritor de Tarragona ya está escribiendo la segunda y moviendo el guión de un largometraje mientras espera del lanzamiento de su primera novela

    07 mayo 2023 08:01 | Actualizado a 16 mayo 2023 20:00
    Se lee en minutos
    Participa:
    Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
    Comparte en:

    Cuando fue con su padres al cine, a Les Gavarres, a ver Kill Bill 2, Toni Sánchez (Tarragona, 1990) notó un clic en su cabeza: «Quiero hacer sentir a la gente lo que yo he sentido con esa película». Tenía 13 años. «Ahora no diría que es de mis favoritas, ni siquiera consideraría a Tarantino uno de mis referentes, pero sí que ver ese filme me transformó. Me hizo experimentar un cóctel de sensaciones», asegura este «tarragoní de pura cepa» criado al lado de la Imperial Tarraco y que reside desde hace nueve años en Madrid.

    El deseo de emocionar y entretener le mueve por dentro desde que era un niño que prefería pasar horas y horas creando cómics de Goku antes que ir a jugar al parque después del colegio. «Contar historias, ya sea en formato audiovisual o en un libro, es una de las pocas cosas que me hacen vibrar. Conectar de nuevo con esa pasión primigenia que siente el niño que se limita a pasárselo bien y seguir aprendiendo», dice.

    Su vida transcurre cerca de un teclado. De oficio es realizador audiovisual y escritor. Estudió en la prestigiosa Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba, ideada por Gabriel García Márquez con el respaldo de Fidel Castro y situada en medio de la nada en la ciudad de San Antonio de Los Baños. «Al graduarme en Dirección Cinematográfica en la Ciudad de la Luz de Alicante –antes se formó en el instituto Pere Martell de Tarragona– se ofertó una beca para ir a Cuba, presenté mi cortometraje Silencios y me la concedieron», recuerda.

    Su paso por el país del ron cola fue revelador. «Llegó un Toni y se fue otro». La Cuba que se encontró en 2012 no tenía internet –la que hay ahora apenas da para postear en las redes sociales– y solo podía comunicarse con su familia por teléfono, «el minuto era carísimo», y a través de una intranet en horario de la escuela. «Solo podíamos enviar mails sin archivos adjuntos. Y como mucho funcionaba Facebook, pero sin cargar bien. De webs como YouTube ya ni hablar. En aquel momento, esa desconexión se me hizo algo cuesta arriba; el móvil pasó a ser un mero despertador... algo que hoy vería como una bendición», comenta.

    Pero la vida pausada y alegre de los cubanos le cautivó. «Recuerdo la sensación de libertad, de aventura, de que no todo estaba predeterminado. Ellos no piensan tanto a largo plazo, van más al día. Y eso te acaba influyendo. A veces añoro ese sentimiento de vivir más el presente».

    Toni es un realizador de éxito. Uno de los cortometrajes en los que ha trabajado, Tránsito, rodado en Montblanc y premiado en un festival en Dubai, está disponible en streaming en FlixOlé desde la semana pasada. Antes estrenó otros proyectos en Inglaterra o Canadá. Su máximo referente es el director, guionista y productor argentino Juan José Campanella. «Su suerte de tetralogía con Ricardo Darín me parece imprescindible», recomienda este currante, que define su profesión como «casi de hacedor de milagros. A veces te sientes como Sísifo, el capitán Ahab o incluso El Quijote».

    Su pasión por las letras le sumergió de lleno también en la literatura. «Algunas historias me pedían ser explicadas con palabras y no con imágenes. Como autor me permite verter en un libro los ingredientes que yo creo idóneos; a diferencia del cine, donde siempre hay muchas voces opinando con derecho a voto y, entre eso y los problemas presupuestarios casi nunca haces lo que quieres. Y como lector, cada vez aprecio más la intimidad que me ofrece la lectura. Ir al cine está genial, no me malinterpretes, pero estar solo con los personajes de una novela es incomparable», afirma.

    Atraído por las obras de Alicia Giménez Barlett y Lorenzo Silva, aunque con un estilo diferente, Sánchez publicó su primer libro en 2019, Morir, el último tabú (Kolima), un acercamiento al deceso desde el punto de vista de distintas religiones y creencias y con entrevistas a personajes relevantes de cada corriente. Y ahora prepara el salto a la editorial Planeta con su primera novela, que verá la luz en 2024. «Pensar que formo parte de la misma familia que Carlos Ruiz Zafón, María Dueñas o Javier Sierra es una gran alegría».

    Aunque es de la opinión de que la vida, igual que el jazz, es mejor improvisada, su hogar está donde esté su hijo. Ser padre le ha aferrado aún más a Madrid. «Llegué para una pequeña grabación de un par de días. Pero una vez allí fui aplazando el regreso por un motivo u otro. A mi primer casero le iba diciendo semana a semana si alargaba mi estancia. Madrid me tiene enamorado y, aunque a veces la vida tiene sus propias normas, mi idea es quedarme allí», sentencia.

    Comentarios
    Multimedia Diari