Pretemporada grana
El Nàstic pierde ante el Zaragoza en el XVI Ciutat de Tarragona (1-2)
Soberón adelantó a los maños, pero Baselga empató antes del descanso. Ya en la segunda mitad, Pau Sans marcó el tanto de la victoria para el Zaragoza

Los aragoneses se adelantaron dos veces en el marcador y se llevaron el triunfo en Tarragona.
Luis César sigue probando nombres y repartiendo minutos en esta pretemporada. Ante el Zaragoza, en el tercer amistoso del verano, el técnico gallego volvió a apostar por un once en el que mezclaba a varios supervivientes de la pasada temporada con cinco nuevos fichajes. Eso sí, la gran novedad respecto a los dos primeros test veraniegos fue la estructura con la que se arropó el equipo. El Nàstic pasó de plantar un 5-4-1 a jugar con un clásico 4-4-2. Luis César ya ha adelantado que quiere un equipo camaleónico y difícil de descifrar para el rival, y por ello va a aprovechar la pretemporada para ensayar diferentes sistemas. Nada mejor que amistosos de pura exigencia para ello.
El Zaragoza, que comienza la temporada oficial la próxima semana en la Liga Hypermotion, llegó al Nou Estadi con mucha carga en las piernas. Una prueba de fuego en la que Gabi Fernández no dudó en colocar a un once muy reconocible y que perfectamente podría ser el elegido para el debut liguero. Apenas habían pasado tres minutos cuando los maños amenazaron la meta grana: Moyano se sacó un tiro cruzado en el que Rebollo estuvo hábil para desviarlo.

El gol del Nàstic, el del empate a 1, lo marcó de cabeza Baselga en la primera parte.
Aquella ocasión inicial no le metió el miedo en el cuerpo a un Nàstic que tuvo la pelota con control, aunque sin progreso. Cuando el cuero se tiene en la base, se puede caer en un falso dominio, porque el mínimo error te expone y te deja vendido. Justo se había cumplido el 20’ de la primera mitad cuando David Juncà erró un pase en plena salida y el Zaragoza se encontró con el hueco que no hallaba en el orden defensivo grana. Soberón podía buscar un centro, pero decidió probar portería. A Rebollo aquella decisión le pilló descolocado y el disparo potente le sorprendió. El 0-1 imperaba en el marcador para un Nàstic que tenía la pelota, pero al que le faltaba mucha clarividencia.

El partido sirvió de presentación oficial del conjunto grana.
El Nàstic casi encuentra el empate de inmediato. Fue en una jugada de fe en la que Álex Jiménez peleó una pelota con Saidu y ganó el choque. El despeje fue al borde del área, donde Poussin salió a por la pelota y la recogió, pero la inercia lo llevó fuera del rectángulo. El árbitro lo detectó y señaló falta en la frontal. Jiménez disparó al palo corto y encontró al meta francés muy atento, que solo pudo repeler el tiro. Eso le dio la oportunidad a Montalvo de cazar el rechace, pero su disparo se marchó por encima del larguero cuando ya se cantaba el gol.
Cuando el descanso ya amenazaba, ahí sí que llegó el empate. Fue en una jugada en la que dos de los nuevos fichajes hilaron fino. Juanda Fuentes sacó su zurdita a pasear para meter un centro con comba al segundo palo. Allí apareció el que tiene que estar. Marcos Baselga, un especialista del remate, conectó un cabezazo picado con el que superó a Poussin, que nada pudo hacer pese a su estirada.
Pudo irse el Zaragoza ganando al entretiempo, pero Rebollo lo evitó con una buena parada a un disparo desde la frontal. Al descanso se llegaba con un 1-1 y con un Nàstic que había plantado cara e incluso manejado el tempo del partido durante varias fases ante todo un Zaragoza.

La afición respondió en el primer partido en el Nou Estadi Costa Daurada de la nueva temporada.
Para la segunda mitad, Luis César cambió casi todo el once, menos a Juanda. Narro seguía en el banquillo. Cuanto menos, extraño. Ni dos minutos se habían cumplido cuando Cedric tuvo el segundo. El nigeriano se llevó una pelota dividida, pero en la carrera directa hacia el gol titubeó, y eso lo aprovechó el defensa rival para cerrarle el paso y el remate. La pelota acabó en córner, para lamento de la grada general.
No fue la única amenaza seria del Nàstic en los primeros minutos. La segunda fue todavía más clara. Jaume Jardí provocó una falta y él mismo decidió ejecutarla. Fue maravilloso su golpeo. El reusense le dio la comba perfecta, pero el larguero evitó el 2-1. Una pena, porque hubiese sido un golazo para un jugador que ha comenzado la pretemporada especialmente entonado.
Como era de prever, con el paso de los minutos el partido se fue enfriando. Ambos equipos buscaban tener la pelota, pero no lograban desorganizar los dos bloques defensivos, bien plantados por parte de ambos conjuntos. El gol llegó en una jugada a balón parado en el minuto 70, algo típico en encuentros así. El Zaragoza botó un córner en corto y centró con la defensa grana algo inestable. Pau Sans le ganó la partida a Morgado y conectó un cabezazo picado que superó a Toni Fuidias.
El gol le hizo daño a un Nàstic que intentó el empate, pero al que le volvió a faltar mucha clarividencia en los metros finales. El Zaragoza apenas sufrió y conquistó el XVI Ciutat de Tarragona en una noche de mucha pegada y pragmatismo. Ellos están listos para su debut liguero. Al Nàstic todavía le falta. Y mucho.