Fútbol
Fiesta terapéutica para el Reus
Los rojinegros golean al Terrassa con una actuación contundente y borran de un plumazo cuatro jornadas sin conocer la victoria (3-0)

Fran Carbia celebra el primer gol del partido que él mismo ha anotado.
La nostalgia no siempre transmite sentimientos negativos, el Reus se encarga de corroborarlo cada domingo. Ante el Terrassa, Ramon Folch y Fran Carbia, dos leyendas de pasado y presente, allanaron la fiesta terapéutica, porque el éxito borra cuatro fechas sin conocer la sonrisa completa. Una victoria repleta de firmeza, que exhibió la versión más práctica de los rojinegros y, en fases, la más champagne.
La completó Sandro Toscano con una tercera diana delatadora. El mediocampista camina a lomos de la confianza, da un clínic cada fin semana de cómo gestionar el criterio y el despliegue físico. Un jugador total.
Fran, por su parte, ha necesitado de un ejercicio de paciencia terrible para relacionarse con el gol. En concreto, 14 fechas. Nunca ha desistido. El ejercicio de resiliencia, en realidad, es para él un modo de vida. Su primer acierto del curso compareció desde el juego directo, ya que el Reus, a los 10 minutos, decidió salir en largo, con el Terrassa instalado en la presión. Pol Fernández intuyó el movimiento al espacio de Homet, un imán para los balones imposibles. El delantero se quedó la pelota y no solo desahogó, cambió el ritmo y desafió en la carrera a Schouten, el defensor visitante. Éste se eliminó solo por el camino, ya que pisó mal y cayó desplomado. Del resto, se encargó el criterio de Dani Homet, que enseñó pausa para levantar la cabeza y servir para la llegada de Fran, que culminó de primeras. La ventaja eliminaba urgencias, aunque restaba toda una historia por escribir por delante.
Deportes
El Reus se olvida de la Copa y se centra en volver a la senda del triunfo ante un enrachado Terrassa
Juanfran Moreno
A decir verdad, Dani Homet se convirtió en camino idílico con balón, el principal argumento de progreso. Su presencia significa alivio para el equipo, un recurso demoledor. A los atacantes se les mide por su nómina de goles, a Homet hay que añadirle un paréntesis, porque maneja una cantidad de intangibles inagotables.
La propuesta del Terrassa se arropó en la valentía, fue a buscar muy arriba al Reus sin pelota y mantuvo el plan a pesar de recibir un castigo tan madrugador. Incluso, lamentó profundamente el empate anulado al cuarto de hora. El juego jamás escapó de la igualdad en el primer episodio, muy de la categoría. Nadie concede nada, todo se decide en un alfiler. Los caprichosos detalles de los que se habla en los tópicos.
La incomodidad no descompuso a los de Carrasco, expertos en adaptarse a cualquiera de los contextos que sus rivales les plantean. El Terrassa, en este caso, les obligó a proponer menos elaboración y más cuchillo, no importó. De nuevo, los rojinegros hicieron gala de una experiencia brutal para saber esperar. Concretaron en un balón parado que ejecutó de forma deliciosa Toscano al segundo poste y remató a placer Folch liberado al borde del intermedio.

Dani Homet intenta un centro al área.
Los psicólogos recomiendan no agitar los tiempos vitales, que las cosas llegan cuando tienen que llegar, no recomiendan las prisas. En el fútbol, tampoco resultan un buen negocio. El Reus dio ejemplo de nuevo. Se marchó al intermedio con un 2-0 repleto de contundencia, el día que quizás menos brilló.
La tuvo Ricardo al regreso de vestuarios, se la puso con aroma a gol Casals, desde el carril izquierdo, aunque el pequeño artista portugués no direccionó la pelota con la testa. Se la marchó al barrio de enfrente. Incluso Folch, acto seguido rozó el doblete en otra estrategia que nació en los pies de Sandro Toscano, especialmente preciso en el golpeo. El cabezazo del capitán tampoco cogió portería.
Los mejores minutos rojinegros coincidieron ya con el Terrassa más descosido, preso de una desventaja que parecía demasiado. Se descubrían espacios y en ese escenario, el Reus encontró más plenitud. El 3-0 simbolizó esa mejoría con la posesión. Se gestó en una asociación maravillosa de derecha izquierda. Casals prolongó hacia el extremo que ocupaba Ricardo Vaz, que inteligente mandó el esférico al borde del área, Sandro la acompañó a la red con un disparo de rosca espléndido. El centrocampista ha recuperado todo su potencial en casa, un futbolista con réditos de superior categoría.