Aleix Ordóñez: Piloto de nacimiento

En casa de Aleix Ordóñez, en Hospitalet de l’Infant, las motos brillaban por su ausencia. Sus padres, Carlos y Helena, miraban las dos ruedas con respeto y algo de miedo. Por eso, se sorprendieron cuando a los dos años, el pequeño les pidió una moto. Resolvieron el deseo del benjamín de la familia como si de un capricho pasajero se tratase. «Compramos una moto barata, pensando que la tiraría a los dos días», cuenta su madre. Estaban muy equivocados. Aleix, que ni siquiera había pasado por la etapa de la bicicleta con ruedines, se subió a la motocicleta entre llantos de emoción, sin apenas tocar el suelo, y ahí sigue. Aferrado a un manillar que le puede llevar hasta el Campeonato de Copa España de su categoría.

El manejo del pequeño y su osadía sobre la motocicleta han hecho que sus profesores de la Simonety School apuesten por inscribir al joven en la Copa de España de minivelocidad. Le ven maneras y posibilidades de foguearse de cara al futuro.

Sin embargo, el coste para participar en las cuatro carreras que componen la competición supera las posibilidades de la familia. 8.000 euros en gastos de viaje, mecánicmos y material. Una cifra aproximada ya que todavía no han salido las fechas de las prueba. Este 2018 los circuitos que acogieron el campeonato fueron Circuito Kotarr (Burgos), Kartcenter (Málaga), Internacional de Zuera (Zaragoza) y Ricardo Tormo (Cheste).

La alternativa es participar en carreras sueltas o hacerlo únicamente en la Copa de Catalunya, cuyo coste se rebaja hasta los 4.800 euros. Un esfuerzo familiar importante igual pero ligeramente más factible.

Piloto en la ANPA

Por el momento se ha estrenado en alguna de las carreras de la ANPA (Asociación Nacional de Pilotos Aficionados). Las que le han dejado sus padres, a los que el temor a las caídas no se disipa. Pero la determinación de su hijo en ‘volar’ en la moto hace que no se levanten muros ante el pequeño Aleix. Ni siquiera cuando en un giro desgraciado del destino vivieron de cerca el lado más triste del motociclismo, la del fallecimiento del joven piloto Andreas Pérez, de solo 14 años.

La familia estaba en el Circuit de Montmeló cuando ocurrió el accidente invitados por el propio Andreas. Él y la hija mayor de los Ordóñez, Ainara, se habían conocido por las redes sociales y mantenían una buena relación. Ese día, el del accidente (10 de junio de 2018) habían quedado para conocerse en persona tras la competición. Un encuentro que nunca ocurrió.

La tragedia golpeó de lleno a la familia, aunque no consiguió rebajar el empeño de Aleix, que no asistió a Montmeló porque «si no podía correr no le interesaba», relata su madre, por convertirse en piloto. «Por mucho que llores no me alejaré de las motos» fueron las palabras que le dijo a su madre.

El sacrificio va implícito en su deseo de convertirse en piloto. «Sabe que si no tiene un comportamiento en casa adecuado o no está atento en los estudios no compite. Si él da, nosotros también», explica su madre la encargada de recorrer los 60 kilómetros que separan Hospitalet de l’Infant del Karting Coma-ruga.

Aleix mira los referentes inmediatos. Pilotos con los que comparte horas de entrenamiento como Bocanegra. Disfruta como el niño que es sobre el asfalto y con el velocímetro sumando kilómetros. Los ruegos de sus padres para que afloje en los entrenamientos invernales, cuando toda la clase se hace de noch, no tienen respuesta. «Si no aprieto no llego y quiero ir a la Copa España», responde.

La experiencia en una competición así le puede ayudar en su trayectoria. Correr contra otros 40 pilotos del territorio español curte y aunque sea un novato no descartan nada. Aleix tiene la velocidad entre ceja y ceja. Solo piensa en darle gas.