Berni Rubio: Los genes rojinegros

El entrenador reusense lleva 25 años en la familia del Reus Deportiu. Su padre, Diego Rubio, fue el responsable de la sección de básquet durante mucho tiempo

19 noviembre 2017 20:31 | Actualizado a 19 noviembre 2017 21:38
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En el mundo del básquet de la provincia de Tarragona destacan muchos nombres, pero algunos brillan con luz propia, como el de Diego Rubio. Él fue responsable de la sección de baloncesto del Reus Deportiu y estuvo vinculado al club durante más de 30 años. Su pérdida en 2014 fue un duro golpe para el deporte reusense. A pesar de las circunstancias, su hijo Berni Rubio Pérez sigue muy unido a la entidad rojinegra, en la que lleva 25 años, y actualmente, es el entrenador del sénior femenino.

Berni Rubio empezó en el baloncesto con 14 años, el año en que el Reus Deportiu y el La Salle Reus se unieron. «Yo venía del balonmano pero éste desapareció en la ciudad y decidí probar el baloncesto. Y hasta ahora», confiesa el reusense. El técnico rojinegro pasó su etapa de cadete en La Salle Reus y después se fue al Reus Deportiu, club en el que sigue. Rubio escogió la entidad rojinegra por su padre: «Él impulsó el básquet en el Reus Deportiu, donde fue jefe de sección, y desde pequeño he vivido este club», asegura Berni Rubio.

Como jugador, Berni recuerda que era muy inteligente y que «tenía un gran tiro de tres, gracias al entrenador Ramon Folch que hizo que fuera un especialista desde esta línea», explica el técnico. A sus 24 años, decidió colgar las botas para hacerse cargo del sénior femenino que se quedó sin entrenador. «En ese momento, y con mi padre como jefe, me vi en la obligación de formar un equipo y ayudar al club», revela el reusense. Su decisión se vio recompensada con el ascenso a Copa Catalunya en la Final a Cuatro en Terrassa.

No obstante, esta no fue su primera experiencia como entrenador, ya que mientras jugaba, empezó dirigiendo un cadete masculino en 1996 y más tarde, fue pasando por todos los equipos de la base de la sección. En 2012, después del éxito del curso anterior «disputamos la Liga Femenina, donde quedamos en mitad de la tabla teniendo el presupuesto más bajo de la categoría», asegura el reusense. Al año siguiente, por motivos económicos bajaron a Copa. El técnico rojinegro lleva 21 años dirigiendo y acumula cuatro ascensos y un descenso.

El reusense también llevó varios equipos de la Escola Joan Rebull durante 10 años y fue su coordinador. «Fue una experiencia increíble», afirma. Para Berni, entrenar a niños es muy satisfactorio y advierte que es muy diferente dirigir a la base respecto los séniors ya que «los niños han de disfrutar del básquet sin presión por el resultado, pero con el sénior nos debemos a la clasificación y a dejar el club lo más alto posible».

En la actualidad
Hoy por hoy, Berni lleva el sénior femenino que juega en Primera Catalana, después de subir el curso pasado. Y aunque el conjunto no ha empezado de la mejor manera, a causa de sus bajas por lesión, el reusense tiene claro que «el equipo empezará a sacar partidos y seguiremos en la categoría». Adicionalmente, también dirige al junior masculino interterritorial del CB Salou. «Mi tarea consiste en trabajar el equipo para que muchos de ellos pasen al futuro sénior», admite Berni.

Rubio sigue teniendo muy presente a su padre, que fue todo un referente en el básquet del territorio. «Él fue el alma auténtica de la sección, siempre buscando lo mejor para todos», garantiza el técnico rojinegro. «Como jefe de sección, su pérdida será muy difícil de sustituir, al igual que Gari Marquet en el Ploms, costará mucho encontrar alguien como ellos», manifiesta Rubio.

Sobre el básquet de la provincia, Berni advierte que «cuesta mucho que las jugadoras de base vayan subiendo y eso repercutirá en el futuro, ya que será muy difícil dotar de efectivos a todos los equipos de Copa, Primera y Segunda». En el caso del Reus Deportiu, el club ya cuenta con una cadena femenina completa.

De su trabajo le encanta «poder ver crecer a los jugadores y ver el trabajo semanal reflejado en la pista». Como reto pendiente asegura que le falta «devolver al club a Copa Catalunya, que es el lugar que se merece». Finalmente, para él el básquet es su vida y su trabajo a partes iguales y lo comparte con sus dos hijos, que empiezan ahora su carrera (la niña, en alevín y el niño, en prebenjamín). Ahora sólo falta esperar y ver la nueva generación Rubio.

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