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El Juvenil A del Nàstic ha vuelto a cumplir con nota el objetivo de la permanencia en la División de Honor, el máximo escalón de la categoría. La emergencia sanitaria a causa de la pandemia del Covid-19 obligó a la interrupción de la temporada de un equipo que apuntaba más alto en la tabla clasificatoria. Finalizó noveno con los 34 puntos. La misma puntuación obtenida en las últimas cuatro temporadas, pero con cinco jornadas menos. El entrenador del juvenil, Dani Vidal, está convencido que su equipo hubiera podido haber acabado la temporada más arriba en la tabla: «No tengo una bola de cristal pero sé que estábamos jugando muy bien. Ha sido un curso que hemos ido de menos a más y llegábamos en un gran momento al final de temporada».
El técnico tarraconense añade argumentos sólidos. El Nàstic tenía un calendario asequible. Debía visitar al At. Villacarlos, en zona de descenso, y recibir al colista Jàbac Terrassa, además de medirse a conjuntos de su misma zona en la tabla como Mallorca, Cornellà o Girona. Mientras que sus rivales directos aún tenían que afrontar el Tourmalet de enfrentarse a FC Barcelona, Real Zaragoza y RCD Espanyol, equipos que apenas han concedido puntos a lo largo de la temporada, pese a que los granas les rascaron dos puntos (uno a Espanyol y otro al Zaragoza), que pudieron ser más.
Dani Vidal destaca la regularidad del equipo a lo largo de la temporada aunque admite un ligero «sabor agridulce por la cantidad de empates, muchos de los cuáles hemos estado más cerca de ganarlos que de perderlos como hemos podido comprobar estos días en la revisualización de esos encuentros».
Nueva base
El cuerpo técnico del Juvenil A asumía en verano la difícil tarea de trabajar con una base completamente nueva respecto al curso anterior. Apenas seguían seis jugadores. Sin embargo, futbolistas y miembros del staff técnico consiguieron adaptarse. «La actitud de los chicos desde el primer momento ha sido irreprochable. Han sabido interpretar y adaptarse a lo que les pedíamos», recalca el entrenador. El resultado ha sido un equipo nuevo, con muchos cambios en la forma de jugar, pero que ha mantenido la seña de identidad del cuerpo técnico.
Dani Vidal y su equipo han aprovechado estos días de confinamiento para trabajar de cara al futuro. «Hemos estado confeccionando la plantilla de la próxima temporada contemplando varios escenarios, porque no sabemos si se podrá comenzar a entrenar en septiembre u octubre». Hasta entonces, el cuerpo técnico sigue estableciendo a los futbolistas unos planes generales para que mantengan la forma de la mejor manera posible.
Esa incertidumbre respecto al futuro también afecta al propio Dani Vidal, cuyo contrato finaliza el 30 de junio. «No he renovado aún, aunque desde el club me han hecho saber que su voluntad es que sigua con ellos». Mientras se resuelve ese futuro, el técnico tarraconense sigue trabajando con vistas de seguir mejorando el nivel del juvenil A.
