David Fernández, un cerebro privilegiado

Baloncesto. El capitán del CBT compagina su rol como base en la pista con su trabajo como ingeniero químico en Messer

16 diciembre 2020 09:05 | Actualizado a 16 diciembre 2020 10:21
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Podría considerarse una pura casualidad que los roles laborales y deportivos de David Fernández (Tarragona, 29 años) dispongan de un lugar común; la capacidad mental. En la pista, el capitán del CBT ejerce como cerebro del equipo desde hace 12 temporadas. Su legado va camino del homenaje cuando el jugador decida cerrar su ciclo en activo. Aspira a que alguien cuelgue su camiseta en el techo del Serrallo, la casa del CBT. En su rutina laboral, Fernández se exprime como responsable de planta en Messer. Cursó ingeniería química y en 2018 ideó un modelo matemático que ahorra energía en la producción de gases industriales, un doctorado basado en la optimización del proceso de planta. Ninguna de sus actividades se asemeja al azar, va en la naturaleza del protagonista.

«Mi trabajo y mi posición en la pista son muy mentales, tienen mucho que ver», reflexiona sonriente el jugador azulado, que acaba de regresar a la actividad deportiva después de superar una rotura en el isquio durante la pretemporada. «Las lesiones nunca se llevan bien, porque tienes la sensación de que no puedes ayudar. Por suerte, todo está olvidado», confirma. David Fernández se perdió las cuatro primeras fechas del campeonato de la LEB Plata, la nueva aventura del CB Tarragona de Berni Álvarez.

El regreso de David ha coincidido con la adecuación del plantel a una categoría terriblemente compleja, nueva para algunos miembros del grupo. Las lesiones y la nostalgia de las ausencias asolaron a un equipo que se ha arropado al tiempo y a su capacidad de persistencia para estabilizarse. «No fue un inicio de curso sencillo. Faltamos algunos jugadores y necesitábamos adaptarnos. Poco a poco creo vamos encontrando el equilibrio», repasa el base azulado. El balance del CBT se apunta cuatro éxitos por cinco derrotas y eso le ha otorgado el privilegio de instalarse en la cuarta plaza del campeonato. 

Las exigentes pretensiones de un campeonato LEB, la antesala del profesionalismo en el baloncesto, no asustan, de momento, a Fernández, que conoce los caminos de su cuerpo. Comparte tiempo de obligaciones y pasión por el baloncesto a partes iguales, a pesar de la carga física y psicológica. «Hay mucho sacrificio, son muchas horas y días de la semana, pero sigo teniendo mucha ilusión y mientras el cuerpo responda daremos guerra», confirma. 

En el CBT cuenta con otro pequeño privilegio; pelea por el mismo objetivo y vive la misma experiencia junto a su hermano Dani. Un orgullo semejante al de lucir el brazalete de capitán del club. «De pequeño iba a ver los partidos del CBT con mis padres al Serrallo. Imagínate el orgullo que es para mí poder estar tanto tiempo en este club», admite.

Dos años en LEB Oro
El techo baloncestístico de David Fernández se encuentra en la LEB Oro, donde paseó y dignificó el nombre del CBT durante dos años, aunque los vaivenes del club y sus desencuentros, por falta de recursos, con el mundo profesional, impidieron la consolidación. Con Berni Álvarez, su jefe, le une una química especial. «Nos conocemos al milímetro. Sé perfectamente lo que quiere de mí».

El presente mejora la pretemporada para David Fernández. Se ha reincorporado con números de autor. En los cinco envites en los que ha participado ha aportado una media de 7,2 puntos, 2,8 asistencias y 3,4 rebotes, éste último registro casi asombroso si tenemos en cuenta de que se trata de un base que mide 1.80.

En todo caso, el capitán sabe que su capacidad va mucho más allá de los simples números estadísticos. Es voz autorizada del vestuario y un arropo crucial para los jóvenes que empiezan a desarrollar su talento en un plantel cohesionado por el liderazgo de Berni. El técnico siempre ve más luz si en la pista el CBT puede pensar con el cerebro de David Fernández.
 

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