De la tierra batida al ring

Albert Creixell soñó hasta los 19 años con llegar al tenis profesional, tras destacar en categorías base. Ahora se abre camino como boxeador. ‘Haki’ ya es campeón de Catalunya amateur

01 abril 2018 18:41 | Actualizado a 01 abril 2018 18:52
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Lo habitual, hasta no hace mucho, era verle llegar a las instalaciones del Club Tennis Tarragona con el raquetero colgando de su espalda; acceder al vestuario, cambiarse y saltar a la pista vestido de corto. Se pasaba horas y horas practicando el drive, el revés, la volea... todos los golpes posibles, batiéndose sobre la tierra batida con algún monitor o compañero de entrenamiento; combinando todos esos ejercicios técnicos con sesiones de físico. Día sí, día también, con el objetivo de llegar en el mejor estado de forma a las competiciones y torneos.

El tenis no se le daba nada mal a Albert Creixell desde que empezó a practicarlo a los cinco años: semifinalista en el Campionat de Catalunya infantil y cadete; medalla de bronce en el Campeonato de España infantil; o campeón de Catalunya por equipos con el CT Barcino, el otro club que defendió durante su etapa de formación, fueron sus logros más destacados en categorías inferiores.

Albert soñaba con llegar algún día al profesionalismo. Incluso después de cursar el bachillerato decidió dedicarse un año exclusivamente al tenis. Jugó varios Future, las competiciones pensadas para los jóvenes que se abren camino en el tenis con la esperanza de conseguir algún punto ATP que le permitiera subir puestos en el ránking mundial y evitar así las demoledoras fases previas. 

«Todos los jugadores tenemos ese sueño, pero muy pocos lo consiguen. Y llegó un momento en que fui realista», recuerda Albert sobre el momento en que abandonó sus aspiraciones en el deporte de la raqueta. Tenía 19 años. El tenis pasó a ser simplemente una actividad de ocio para él. 

Casualidades o no del destino, quizás surgió entonces en Albert la fuerza misteriosa que se encuentra en cada ser viviente del mundo de la serie de One Piece, ese haki con el que le conocen todos sus amigos.

Apenas habían transcurrido unos meses cuando el tarraconense aceptó la invitación de un viejo amigo, José Escoda, para probar con las artes marciales. Unas pocas sesiones de full contact y kick boxing en el gimnasio Chois Sport de Reus bastaron para que él se sintiera más cómodo pegando con los guantes. Sus buenas condiciones y aptitudes prometían.

«Me recomendaron el 12 Onzas», explica Albert sobre la academia de boxeo también ubicada en Reus que pasó a convertirse en su nueva casa. Allí, bajo la supervisión de Sergio de Gregorio, lleva dos años sobre el ring.

Tanto le cautivó esta modalidad que cuatro meses después de ponerse por vez primera los guantes ya disputó su primer combate en el peso medio (75 kilos). A su victoria inicial le siguieron otras nueve, ocho de ellas por nocaut (cuando un púgil es derribado en la lona y no se puede levantar en 10 segundos) y la consecución del título de campeón de Catalunya amateur.

Ahora, con 22 años, acumula ya 13 combates, con un balance de 11 victorias, un empate y una sola derrota, la que sufrió ante el campeón de España y olímpico en Río’2016 Youba Sissokho por decisión dividida de los jueces. Un desenlace que prueba la tremenda igualdad que hubo sobre la lona en aquella pelea correspondiente a las semifinales del estatal en el que Albert Creixell se llevó la medalla de bronce. 

Haki, a quien el tenis le ayudó a «alcanzar muchísima dureza mental», es un caso prácticamente único por su deporte de procedencia.  Su siguiente objetivo es disputar una decena más de combates amateur y tratar de ganar el Campeonato de España para poder dar el salto al profesionalismo, donde el excampeón mundial de los pesos pesados Mike Tyson ha sido siempre su gran ídolo. 

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