Diego Ocampo: 'Va a ser un doble desafío'

Baloncesto. El exentrenador del CBT, tras dos temporadas en el filial del Barça, vuelve a la Liga ACB como primer entrenador del Casademont Zaragoza

25 julio 2020 20:58 | Actualizado a 25 julio 2020 21:31
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A los 23 años, Diego Ocampo tuvo la oportunidad de llegar al Club Bàsquet Tarragona como segundo entrenador de Salva Maldonado, tras debutar profesionalmente en el Ourense como ayudante en 2001. Desde ese momento, la carrera del entrenador nacido en Ourense no ha parado de crecer. Ocampo fue pieza clave durante las dos temporadas más exitosas del CBT. Primero al lado de Maldonado y después como primer entrenador, se lograron los mejores resultados de la historia del club, con dos clasificaciones consecutivas para el play off de ascenso a la ACB en las que no se obtuvo el premio de la promoción. Un curso más tarde, Ocampo no pudo evitar el descenso con una plantilla muy ajustada. Su buen hacer en Tarragona lo llevó a dar el paso a la ACB, donde tuvo la oportunidad de estar al lado de entrenadores experimentados de la talla de Pedro Martínez, Manel Comas, Joan Plaza o Aíto García Reneses. En el UCAM Murcia, en 2014, tuvo su primera oportunidad como primer entrenador, y también se sentó en el banquillo del Estudiantes, Joventut y Manresa. Ahora, tras dos temporadas en el filial de Barça, vuelve a la ACB como entrenador del Casademont Zaragoza, un reto de altura para el gallego.

 

¿Qué recuerdo tiene de su etapa en Tarragona?

Siempre estaré muy agradecido a Rafa Pintado (presidente) y Xavi Mas (vicepresidente), y sobre todo a Salva Maldonado por la oportunidad que me dieron de pasar de Galicia al CBT. Voy a darles las gracias toda mi vida por permitirme, siendo tan joven, llevar al equipo en una categoría tan competitiva. Fueron años muy bonitos en los que viví lo que es la carrera de entrenador, con puntos muy altos y puntos muy bajos. Ni se gana ni se pierde siempre, lo importante es disfrutar de lo que haces y aprender.

¿Cómo han sido sus primeros días como entrenador del Zaragoza?

Muy ilusionantes. No me esperaba nada, yo estaba concentrado en seguir con el proyecto y las ideas que teníamos con el Barça. De repente llegó esta oferta y lo recibí ilusionado. Me permite vivir retos que son muy atractivos, como competir al máximo, ya que la exigencia es alta, formar jugadores, y jugar para un público fervoroso como la ‘marea roja’.

¿Con qué expectativas a nivel personal llega a Zaragoza?

La palabra que lo define es reto. Y el reto es seguir la línea del club, vengo a dar una línea continuista. No queremos pensar contra quién jugamos ni dónde estamos, sino dar nuestro máximo, sabiendo la dificultad que tiene, siendo ambiciosos y competitivos. 

¿Cómo catalogaría su etapa en el Barça B?

Se me fichó para hacer una serie de cosas que en dos años son difíciles de completar. He estado muy contento y me he sentido valorado por jugadores, afición y entrenadores. Lo he disfrutado mucho. Se siguió lo que ya se trabajaba, porque antes de mí había unos chicos, una manera de entrenar; y me encargué de aportar mi granito de arena, para que esos chicos mejorasen a partir de esa idea. Espero que este granito les ayude a seguir creciendo. Lo importante son los jugadores, que dejan sus casas por su sueño. 

¿Cómo vivió desde el filial del Barça una temporada que era tan trascendental para el primer equipo?

Intenté ayudar a todo lo que me demandó el entrenador. Pesic fue excelente con nosotros, a nivel de implicación y de comprensión. Si me pedía entrenar con ellos, también era un premio. La clave de entrenar un filial es pensar no solo sacar jugadores para el primer equipo, sino en que todos los jugadores evolucionen. Esa era mi prioridad. Ayudar y guiar a los jugadores para que si este momento llega, puedan subir y que sea fácil la adaptación tanto para el entrenador como para el jugador. Poder compartir 20 minutos con Pesic o ver entrenar a jugadores de la talla de Mirotic es un aprendizaje continuo.

¿De qué le han servido estas temporadas fuera de la Liga Endesa?

Como estás centrado en la formación de jugadores y entrenadores, tienes también que dedicar tiempo a la formación de uno mismo, para enseñar mejor. La clave es tener una calidad de enseñanza y metodología buena y el Barça me lo facilitaba. No es llegar ahí y ya está, tienes que transformarte continuamente. Por otra parte, impresiona ver cómo se desarrolla desde dentro un club como el Barça, en el que es imperioso ganar en todas las secciones. Ahora me espera un doble desafío, el de seguir formando, pero también competir y sacar el máximo de mi equipo.

Y ahora quiere volver al máximo nivel.

Esta oportunidad es como un doblete. Es un reto para seguir formando pero a la vez sacar el máximo. Es un reto más. En este momento, es un desafío que quiero afrontar. Estaba bien, feliz, formando a los jugadores en el Barça pero ahora doy un paso más, y el club me ha entendido y me lo ha facilitado.

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