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Victoria por 3-1 del Ascó frente al Cerdanyola, la octava consecutiva de los ebrenses en el campeonato que les sitúa como colíderes de la Tercera División, ahora igualados con el Espanyol B (aunque los blanquiazules con un partido menos), y al mismo tiempo confirma la excelente racha del conjunto que dirige Santi Castillejo.
Los compases iniciales del partido fueron de claro dominio local. El Ascó no sólo tenía la posesión de la pelota, sino que sabía abrir muy bien el juego por las bandas y llegaba con claridad al área rival, aunque los visitantes conseguían sacar los balones que colgaban los jugadores ebrenses.
Fruto de su dominio tan solo tuvieron que esperar 12 minutos para conseguir su primer gol, después de un centro de Roger Escribà que hizo un extraño y sorprendió al meta Rams, que nada pudo hacer para sacar el balón.
El Ascó persistió, pese al 1-0 que tenía a favor. Esa era la orden que Castillejo dio a sus jugadores con el objetivo de dejar encarrilado el triunfo cuanto antes, y su plantilla siguió las instrucciones al pie de la letra. Tanto que cinco minutos después subía el segundo tanto al marcador, en el 17, después de un disparo de Artur.
Con 2-0 el Ascó sí bajó por momentos el ritmo del partido, circunstancia que aprovechó el Cerdanyola para marcar en una de sus primeras llegadas de peligro a la meta rival. Fue en el minuto 36 cuando Aliaga empalmó un fuerte chut desde fuera del área que hizo inútil el intento de Sergio López por detener el balón. Con 2-1 se llegó al descanso del partido.
En la reanudación el Ascó volvió a imprimir un ritmo elevado de juego y a presionar las salidas de balón del rival, aunque el Cerdanyola supo realizar buenas triangulaciones y a pasó a dominar el centro del campo ante un equipo, el de Santi Castillejo, que prefirió a partir de entonces esperar las contras.
El choque apenas dispuso de oportunidades a partir de entonces hasta que en el minuto 73 Masqué aprovechó un balón en el área para marcar el 3-1 que sentenció el choque.
