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El CF Reus, todavía como Sociedad Anónima Deportiva, se encuentra con el mismo problema que el verano pasado para poder competir; la deuda que mantiene con los exfutbolistas del filial de la temporada 2018-19. Una deuda que está obligado a saldar si la SAD desea competir sea en la categoría que sea. En la actualidad, la Federació Catalana ha guardado plaza al club en Segunda Catalana para el primer equipo, y Tercera para el filial.
Esa cuenta pendiente con los exjugadores del Reus B Cambrils ascendía a 221.000 euros, una cifra que el administrador concursal de la entidad, David López, ha ido reduciendo en los últimos meses con el cobro de asuntos pendientes que la SAD ha ido acumulando. Uno de ellos pueden ser los derechos del exjugador portugués del Reus Cassamá, que se encuentra en el Río Ave de la Primera División. De ahí que de esos 221.000 euros queden por saldar 55.000 a día de hoy. La Sociedad Anónima Deportiva rojinegra tiene de plazo esta misma semana para poder abonar esa cantidad y, por los menos, intentar recuperar la actividad deportiva de cara a esta próxima temporada, aunque sea en Segunda Catalana.
La Federació Catalana publicó esta misma semana, los grupos provisionales de Segunda Catalana y el CF Reus aparece en el grupo en el que militan los equipos de la provincia de Lleida. Ya se ha anunciado que si la SAD rojinegra no liquida su deuda, el Bellpuig ocupará su plaza.
Choca la publicación oficial de la Federació Catalana con la sentencia del Tribunal Administrativo del Deporte, que el pasado mes de octubre decretó la readmisión del CF Reus a Segunda B por un error de la Federación Española en el procedimiento de expulsión del club. Esta sentencia del TAD sigue a expensas de la Justicia Ordinaria, una vez la Federación Española presentó recurso.
En todo caso, la SAD rojinegra sigue huérfana de estructura ya sea empresarial como deportiva. No dispone de jugadores con contrato en vigor ni tampoco de un staff técnico. En caso de salir a competir necesitaría reconstruir el club desde cero.
La SAD sigue en pleno proceso de concurso de acreedores, concretamente en la fase de convenio, aunque no existe ninguna propuesta de viabilidad económica en el horizonte. En todo caso, la pandemia del coronavirus parece haber paralizado cualquier tipo de avance. Estaba prevista una junta de acreedores para el 15 de junio, pero los efectos de la pandemia la aplazaron. Todavía no se ha asignado nueva fecha.
El todavía propietario, Clifton Onolfo, sigue dando señales de vida a través de las redes sociales, aunque de momento no ha abonado esa cantidad de 55.000 euros que permitan al CF Reus desbloquear su parálisis deportiva.
