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Tenía que llegar algún día y la primera derrota del Juvenil A del Nàstic llegó en la cuarta jornada de campeonato en casa. El conjunto de Dani Vidal perdió su condición de invicto ante un Ebro que supo jugar sus cartas y terminó llevándose la victoria con un solitario gol. Con este tropiezo, los granas pierden el liderato que aúpa al Zaragoza, el gran rival de los tarraconenses, en la primera plaza.
El Juvenil A planteó un partido en el que quiso ser protagonista mediante el cuero. Quiso dominar y generar ocasiones con balón, pero lo cierto es que los acercamientos más peligrosos fueron a balón parado. El Nàstic generó dos claras ocasiones en los primeros minutos, pero fue el Ebro quien avisó más seriamente con un disparo al palo.
Tras el susto, el conjunto grana volvió a comandar el partido y a gozar de otras dos ocasiones de gol que no pudo materializar. Tras el descanso, al que se llegó con 0-0, los tarraconenses siguieron dominando el encuentro con balón ante un Ebro que asumió el protagonismo de los locales y se atrincheró y esperó su ocasión.
La jugada maldita para los locales llegó en el 72’. Samu de la Fuente perdía el balón y el delantero de los visitantes, Mballo, no perdonaba desde la frontal y superaba a Pol. En el descuento, los granas empataban, pero el árbitro anulaba el gol.
