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Desde que abandonaron el campo de entrenamiento de Camp Clar, en marzo de 2015, el Nàstic anda sin un espacio de entrenamiento propio que le ha llevado a desplazarse por toda la geografia del territorio para llevar a cabo las sesiones de preparación. Un problema que el club quiere resolver en los próximos meses. El presidente Josep Maria Andreu anunció ayer en los micrófonos de Tarragona Ràdio que de cara a la próxima temporada espera resolver la falta de un espacio adecuado para poder entrenar. «Espero para julio o agosto el equipo disponga de un campo operativo para entrenar en condiciones».
La opción más clara es regresar a Camp Clar. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, se comprometió con el Gimnàstic a construir una Ciudad Deportiva en la Anilla Mediterránea tras la disputa de los Juegos Mediterráneos. El retraso de un año para la celebración de la competición (del 2017 al 2018) ha alargado la espera y ha acabado llevando la situación al límite. El club grana no puede ni quiere esperar más. Necesita un campo de entrenamiento para el primer equipo cuanto antes.
El acuerdo para la concesión de esos terrenos todavía no se ha cerrado. En los próximos días Josep Maria Andreu y Josep Fèlix Ballesteros se reunirán para tratar de concretar definitivamente el plan para que el Nàstic disponga de una Ciudad Deportiva acorde con su situación en el fútbol profesional. La entidad deportiva quiere tener claro los tiempos que le llevará al consistorio el proceso de adjudicación de los terrenos de Camp Clar tras los Juegos.
Porque Camp Clar no es la única opción que tiene el Nàstic. La SAD grana se ha movido buscando otras alternativas que, por un coste asumible, le permita disponer de un espacio de entrenamiento propio para el primer equipo cerca de Tarragona cuanto antes.
Anexo insuficiente
Josep Maria Andreu reconocióque la falta de una Ciudad Deportiva o un campo más grande para ejercitarse ha «perjudicado y mucho al equipo».
El equipo suele entrenarse en el Anexo del Nou Estadi. Una solución claramente insuficiente ya que no reune, ni de lejos, las condiciones óptimas para ejercitar todos los aspectos tácticos y físicos que requiere un equipo de fútbol profesional.
Por no hablar del estado del césped. Por mucho que se esfuercen los responsables del verde, de la empresa RoyalVerd, la superficie tanto del Nou Estadi como del Anexo sufre problemas constantemente que obligan al equipo a buscar alternativas para llevar a cabo la preparación de los partidos con las cargas de trabajo adecuadas a cada situación.
El cuerpo técnico se ve obligado a hacer un encaje de bolillos para cuadrar la planificación semanal con la disponibilidad de los campos de entrenamiento. Esta temporada el equipo se ha ejercitado en el CAR de Sant Cugat, el Complex Esportiu Futbol Salou, Ascó e incluso el campo Municipal de La Pobla de Mafumet, de césped artificial. Con el coste económico que supone alquilar los campos de fútbol para el primer equipo.
Desde el club señalan que tantos cambios de terreno no son buenos para los futbolistas. Los cuerpos sufren con la adaptación a terrenos más duros o más blandos y no tienen ninguna duda de que han contribuido a la plaga de lesiones que ha afectado al Nàstic a lo largo de la temporada.
Los responsables deportivos han incidido desde hace tiempo en la necesidad de encontrar una solución. Destinar parte del presupuesto para paliar ese inconveniente y construir un campo de entrenamiento adecuado a las necesidades. Hasta ahora, la adecuación de un espacio para ejercitarse no ha sido una prioridad, pero eso parece que ha cambiado. El club parece dispuesto a ofrecer a la plantilla un campo decente de entrenamiento para la próxima temporada.
