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La resaca de la final de la Ilerna Online Supercopa de España no olvida el gol legal que no se concedió a Raúl Marín en el arranque del partido. Hubiera supuesto el 0-1 para el Reus, pero los colegiados elegidos para la cita, De la Hera y Sandoval, no vieron cómo esa pelota se introducía dentro de la portería de Egurrola. El meta del Barcelona, de forma astuta, la sacó con rapidez y los árbitros cayeron en la trampa. Las imágenes televisivas destapan que el gol tuvo que haber subido al marcador. Tampoco se pitó un posible penalti previo a esa acción sobre Romà Bancells.
Evidentemente, el no gol ha dado que hablar en las últimas horas y en la cúpula del Reus Deportiu existe enfado con el arbitraje que sufrió el equipo en la final ante el Barça. En los últimos tiempos, el club rojinegro ha expresado en varias ocasiones sus quejas por el trato de los colegiados al equipo, aunque en esta ocasión no se ha hecho una declaración pública sobre lo ocurrido en la final de la Supercopa. El Barça terminó ganando el título 4-1, quizás de forma merecida, pero queda en la retina la acción del gol de Marín, que pudo llevar a la final a un escenario distinto. Por lo menos eso es que lo que se piensa en el Reus de puertas hacia adentro.
Hasta el momento, el Reus Deportiu como entidad no ha presentado ninguna queja formal sobre lo sucedido y probablemente no lo hará, aunque la opinión de la zona noble sobre el nivel de los colegiados es negativa.
Cautela y autocrítica
Mientras, desde el cuerpo técnico y la plantilla el mensaje tras la derrota ante el Barcelona se arropa en la autocrítica y también en la esperanza de cara al futuro. Los jugadores no han querido excusarse en la acción del gol no concedido a Marín, tampoco el técnico, Jordi Garcia, que reafirmó tras el choque que «ese gol era importante para nosotros porque queríamos ponernos por delante en el marcador en el plan de partido». Todas las referencias de sus chicos en las redes sociales se han centrado más en el futuro y en el agradecimiento a los aficionados. «Orgullo de mi equipo y de mi ciudad. Esto no termina aquí. Seguimos», posteó Raúl Marín, el protagonista del gol fantasma tras el partido.
Los hinchas rojinegros, que no pudieron animar al equipo desde las gradas del pabellón municipal de Lloret debido a la pandemia, sí hicieron llegar su apoyo en la salida de la plantilla en autocar hacia la ciudad de la Costa Brava. Un centenar de aficionados con banderas y gritos de ánimo, despidieron a la expedición desde las instalaciones del Reus Deportiu tanto en la semifinal como en la final. «No hemos ganado pero nos habéis vuelto a demostrar que sois los mejores. Nos levantaremos y juntos volveremos a ganar», reflejó Marc Julià.
Por su parte, el capitán Joan Salvat comentó que «nos hacía especial ilusión traer la copa a Reus. A pesar de la distancia hemos sentido vuestro apoyo, gracias. Somos el Reus y seguiremos luchando».
De hecho, el equipo no dispone de mucho tiempo para digerir la Supercopa. El domingo va a afrontar el segundo duelo en apenas siete días ante el Liceo. Los gallegos visitan el Palau d’Esports en una jornada de la OK Liga que puede resultar decisiva. Si los reusenses vuelven a ganar, se meterán de lleno en la lucha por el título.
