El Reus se rehabilita con un carro de goles

No hubo debates sobre meritocracia en el éxito del Reus ante el Alcobendas. Los rojinegros se apuntaron un monólogo de principio a fin, recuperaron tino ante el gol y se rehabilitaron con tres puntos balsámicos para regresar al camino correcto. No hay nada mejor que las victorias para crecer, nada más amable que acudir el lunes a entrenar con el casillero repleto de puntaje y el optimismo instalado en la caseta. Lo experimentará el Reus esta semana, después de varios días alejado de la sonrisas.

El Patín Alcobendas ha regresado a la élite con el propósito de quedarse y de abandonar la etiqueta de ascensor. Le va a costar porque no anda sobrado de recursos y el fondo financiero tampoco abunda. Apenas opuso resistencia en el templo, de hecho hubo intervalos de la tarde en los que parecía que el partido le venía grande. No se le pide al Alcobendas que gane en Reus, porque ahora mismo esa no es su batalla, pero cualquier escuadra que desee permanecer en la OK Liga debe empezar por intentar competir cada sábado, con independencia del rival que aparezca enfrente. En el Palau d’Esports, el Alcobendas no compitió.

El Reus se apresuró a descoser el resultado. Le bastaron nueve minutos, aunque precisó de una pena máxima, después de una acción individual de Julià, que tropezó en el pie de un adversario. Ya saben, los pies dentro del área andan castigados con una penalización cruda y Marín no suele perdonar ese tipo de concesiones. No lo hizo. En lugar de dejarse ir, los de Garcia trabajaron la comodidad con vigor y profesionalidad. Del Rio se apuntó a la lista de goleadores, un hecho que le cargará de autoestima. Las necesita. Empujó a la red una sociedad que formó con David Gelmà.

La tranquilidad
El confort apareció con el tercer gol, obra de David Gelmà, que necesita presentar su hoja de servicios repleta de anotaciones para sentir la plenitud. Gelmà culminó una acción de Rojas. Garcia ya había activado la rotación y los jóvenes aprovecharon el tiempo  para convencer a su técnico. El juego ya estaba inclinado hacia el área madrileña por aquel entonces. Sin apenas resistencia.

Candanedo, desde la directa, y Marín, después de una acción repleta de niebla, totalmente confusa, cerraron el 4-1 en el intermedio. Apenas tardó dos minutos Ferran Giménez en sumarse al festín. El 5-1 llegó con el Reus en inferioridad. El Alcobendas, más que defender ese ataque, contempló y a este nivel la contemplación se castiga con chorros de oro.

Los madrileños intentaron modificar su plan defensivo con una zona que tampoco les curtió demasiado. Llegaron a gozar de una superioridad por cartulina azul a Ferran Giménez, pero sus ataques resultaron estériles, totalmente tiernos. Solventó Martí Zapater con buena nota su aparición en el partido.

La tarde murió con el decorado de los goles locales, que endulzaron a los fieles que no dejaron de acudir al templo, a pesar de que la hora invitaba a una buena sobremesa. Ferran, Gelmà y Del Río sumaron dígitos a sus estadísticas y completaron un sábado sencillo para el Reus o más bien, los chicos de Garcia lo hicieron sencillo.

Las goleadas permiten recuperar la temperatura adecuada después de el vértigo de los últimos resultados y seguir creyendo en el plan marcado. En eso debe pensar Garcia.

Ficha Técnica

Reus Deportiu. Zapater, Julià, Salvat, Marín y Giménez. También jugaron; Rojas, Del Río, Castro y Gelmà.
Alcobendas. Larios, Artacho, Candanedo, Miguel López, Wally. También jugaron; Castro, Martín y Jorge López.
Goles. 1-0, Marín (9’(, 2-0, Del Río (13’), 3-0, Gelmà (15’), 3-1, Candanedo (18’), 4-1, Marín (22’), 5-1, Ferran (27’), 6-1, Gelmà (41’), 7-1, Del Río (46’), 8-1, Ferran (48’).
Árbitros. Pardo y Gorina. Azules para Rojas, Ferran Giménez, Marín y Salvat, del Reus. Candanedo y Miguel López, del Alcobendas.