El Sadar se agarra a su León

Solía decir Santi Castillejo, en aquellos tiempos de cuadrilla familiar en el Reus (2011-13), en Tercera y Segunda B, que «Sergio León (Palma del Río, 1989) es el futbolista con más potencial que tenemos, sólo depende él». El tiempo y la madurez del delantero le han dado la razón. Hoy, el cordobés siente el cariño y la admiración eterna de los hinchas de Osasuna, el mítico club navarro con casa y sede en el viejo Sadar. Poco conocían de él este verano, cuando el club llegó a pagar 1,7 millones de euros al Elche, propietario de León hasta ese instante. En Segunda A había deslumbrado como pichichi el pasado curso. 22 goles certificaron su nómina de prestaciones y méritos.

El presente de Osasuna no transita por un camino paradisíaco. Colista de la categoría de oro se agarra al talento y al carácter depredador de León para soñar con casi un milagro. Las matemáticas mantienen vivo al equipo rojillo, también el exceso de entusiasmo de una plantilla que no ha plantado la bandera blanca, a pesar de que los registros la habían alejado demasiado del objetivo.

Dos victorias consecutivas, con Sergio como franquicia, han provocado que la fe de los creyentes crezca. Incluso los excesivamente pesimistas ven un motivo para el éxito. Con nombre y apellido; Sergio León. El delantero, con enorme capacidad para atacar los espacios y golpeo eficaz con las dos piernas, ha conquistado el fino paladar de unas gentes acostumbradas a la élite, al fogueo con los miuras del campeonato. La escasez de tesorería también ha atacado a Osasuna en los últimos tiempos, de ahí que el diseño del plantel haya quedado muy limitado de recursos.

Exhibición ante el ‘Lega’

La aportación del atacante resultó descomunal ante el Leganés, con remontada incluida. Anotó los chicharros de Osasuna, uno de ellos desde los 11 metros, y certificó el primer éxito en El Sadar, con los hinchas totalmente entregados a su causa. León disfruta de la confianza total de Vasiljevic, el director deportivo que apostó por él y ahora técnico rojillo.

El resplandor de este delantero vivo, criado en el barrio, no ha cambiado su cercanía con el mundo. Sergio no se ha encerrado en un búnker insoportable. De hecho suele agradecer a sus fans el cariño que le expresan, sobre todo en las redes sociales. Por otro lado, no olvida sus obligaciones familiares. Acaba de ser padre de Anais, el segundo bebé que cuida. Izan nació en Reus antes, mantiene sangre ganxeta, como su mujer Rocío, a la que conoció en su viaje en el Estadi, como goleador del CF Reus.

Amante del flamenco y admirador de José Mercé, el León de El Sadar disfruta de la plenitud como futbolista. Víctor Fernández le intuyó progreso cuando le soltó en el Betis, en 2010, todavía como veinteañero y con el horizonte profesional por descubrir.

Medio escaparate español suspira por sus servicios clínicos de efectividad, aunque Sergio León Limones mantiene en su agenda un enorme desafío por cumplir; dejar al histórico Osasuna en Primera, o por lo menos, dejarse la vida por ello.