El Tenerife quiere volver a soñar

El rival de los granas ansía lograr el ascenso que no pudo lograr la temporada pasada

05 octubre 2017 15:47 | Actualizado a 07 octubre 2017 17:20
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El Nàstic asiente en su interior cuando diagnóstica la situación del Tenerife en estos momentos. Es inevitable que sienta cierta empatía. La situación del conjunto tinerfeño guarda ciertos paralelismos con la de los granas en el curso pasado. Quedarse a las puertas del ascenso es un mal trago que puede tener trágicas consecuencias en un futuro inmediato. El golpe moral es importante.

El conjunto grana no pudo levantarse con facilidad. La herida tardó en cicatrizar. Eso le llevó al borde del precipicio. Vislumbró la Segunda B en un horizonte inmediato. El sueño estuvo a punto de convertirse en pesadilla. 

José Luís Martí, entrenador del Tenerife, puso al Nàstic como ejemplo en esta pretemporada. No quería vivir la situación del curso pasado que vivieron los granas. Reclamó personalidad a sus hombres. No le asustaba el hecho de que ya no podría arroparse en su tridente ofensivo formado por Shibashaki, Amath y el ‘Choco’ Lozano. Era el momento de hilar fino en el mercado y de que los supervivientes del once modélico de la pasada campaña mantuvieran el nivel. Nada de bajones. 

El Tenerife ha perdido a su tridente ofensivo formado por Shibashaki, Amath y el ‘Choco’ Lozano

La temporada del Tenerife hasta el momento está siendo correcta. Más en puntos que en sensaciones. El conjunto tinerfeño sigue siendo un conjunto alegre con una capacidad excelsa para romper los encuentros. Las llegadas de nombres como Juan Carlos, Longo y Malbasic sostiene la mordiente ofensiva de los de Martí. Además, siguen preservando el cuero en la medular. En él se arropan a la hora de encontrar el equilibrio y la fiabilidad. 

Un equipo bipolar

En defensa el equipo debe adquirir hábitos más sólidos, sobre todo fuera de casa. El Tenerife suma tres derrotas y sólo una victoria lejos del Heliodoro. Sin embargo, en su feudo se están mostrando como un conjunto sólido e intratable. Acumulan dos victorias y un empate en los tres encuentros disputados hasta el momento. Corregir esta bipolaridad es la asignatura pendiente de los de Martí. 

Sin embargo, hay dos actuaciones que revelan las intenciones de este equipo en un corto plazo. Se plantaron en el Mini Estadi y pasaron por encima de uno de los conjuntos con más calidad de la categoría. Expusieron su fútbol de toque y combinación ante un Barça B que no esperaba tal exhibición tinerfeña. Los de Martí conquistaron el feudo azulgrana con un contundente cero a tres.

La otra obra de arte llegó en el Heliodoro frente al Alcorcón. Los alfareros presentaban una hoja de servicios que se arropaba en la fiabilidad absoluta. Era un equipo que no concedía paraísos en defensas. De hecho, sólo había recibido un gol en las cinco jornadas que se llevaban disputadas hasta el momento. Los de Martí hicieron caso omiso a los antecedentes. Destruyeron una dinámica claramente instaurada. Pasaron por encima del Alcorcón con una brutalidad primorosa. El cuatro a cero que rezó en el marcador al final del choque fue el claro reflejo de lo que había acontencido en el Helidoro aquella tarde de septiembre. 

Y es que si en algo coinciden todos los técnicos de la categoría de plata es en el hecho de que los tinerfeños coparán puestos nobles de la tabla en mayo. No sólo por la calidad que atesora su plantilla. La estabilidad de la que hacen gala con el paso de las temporadas les convierte en un conjunto que despierta admiraciones. 

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