El exilio del CF Reus en La Floresta

El CF Reus se ha ejercitado este viernes en La Floresta con solo 10 jugadores bajo las órdenes de Ramón Calderé en un ambiente surrealista tras no poder hacerlo en el Municipal de Reus

09 agosto 2019 14:03 | Actualizado a 10 agosto 2019 16:48
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9 de agosto de 2018. El CF Reus se encontraba inmerso en su época dorada con más expectativas que nunca. Sergi Parés tenía prácticamente cerrada la plantilla más ambiciosa de la historia del club que iba a ser comandada por un Xavi Bartolo que se había ganado ser primera espada del banquillo rojinegro tras varios años de brillante trabajo en la sombra.

Justo un día antes el proyecto rojinegro se había presentado en sociedad con una victoria de prestigio frente al Girona de Primera División gracias a un tanto de Miguel Linares. Un triunfo que refrendaba que la plantilla que se había diseñado iba a ser muy competitiva tanto por lo visto sobre el papel como por lo que se comenzaba a vislumbrar sobre el terreno de juego.

9 de agosto de 2019. El CF Reus languidece sobre el terreno de juego del Municipal de la Floresta. La entidad rojinegra ha pasado de ser una institución profesionalizada a navegar a la deriva. Clifton Onolfo prometió salvar al club rojinegro de la desaparición y situarlo en la élite futbolística, pero lo único cierto es que a día de hoy el equipo reusense no puede inscribirse ni en Segunda B ni en Tercera División, arrastra una deuda de 2’2 millones de euros, no tiene ni campo propio de entrenamiento y lo único de profesional que tiene son los tres balones de LaLiga que trajo el mandatario norteamericano en una bolsa de una conocida marca deportiva a las instalaciones municipales de La Floresta.

En solo un año, la entidad reusense se ha descompuesto sin pausa alguna. Cada capítulo que pasa es más pintoresco que el anterior. David López, el administrador concursal, sigue luchando para intentar evitar la liquidación de la institución, pero lo cierto es que parece inevitable. Mientras, Clifton Onolfo sigue haciendo caso omiso y actuando como si fuese el máximo dirigente de la entidad rojinegra.

Al no poder entrenar en las instalaciones del Estadi Municipal de Reus ni el pasado lunes ni el pasado miércoles, el norteamericano decidió alquilar el campo de La Floresta para que Ramón Calderé, primer entrenador del Reus Yankee, pudiese dirigir una primera sesión de entrenamiento que contó con solo 10 jugadores, entre ellos el primer capitán del CF Reus B la pasada temporada, Modest Notario. El resto de jugadores que completaban el entrenamiento no tienen demasiado recorrido en categorías nacionales a nivel nacional, salvo un par de excepciones.

Fue un entrenamiento atípico porque todo lo que lo rodeó invitaba a ello. Se completó la sesión pero bajo un escenario irrisorio. Reseñable es el hecho de que ni los jugadores presentes ni Ramón Calderé ni su cuerpo técnico tienen responsabilidad de ello. Solo intentan ayudar al club rojinegro y cumplir el apoyo que prometieron a Onolfo tiempo atrás. 

Camisetas inusuales y sin rojinegro

Las camisetas de entrenamiento las trajo Onolfo minutos antes de comenzar el entrenamiento. Unas prendas básicas con dorsales atrás que daban más aspecto de ser un uniforme de un torneo veraniego de 24 horas que de una equipación de entrenamiento de un club que aspira a jugar en Segunda B o Tercera División. Los balones de los que dispuso el equipo fueron cedidos por La Floresta, salvo tres oficiales de LaLiga que trajo el propio Onolfo.

Para rematar, el famoso abuelo del CF Reus, Antonio, al que el cuerpo técnico llamaba Mou, ya que lucía una camiseta del cuerpo técnico de la entidad reusense que le había regalado el ahora segundo entrenador del Nàstic, Abel Mourelo, había decidido ejercer de utillero del equipo. De algo no hay dudas, cuesta encontrar a alguien que quiera más al conjunto rojinegro que a ese hombre.

La primera sesión del día se completó sin problemas. Con unas diez personas curiosas en las gradas observándola de cerca. Entre ellas, dos aficionados del CF Reus, el propio Clifton Onolfo y Gerard Escoda y David Cuellar, dos socios de representación de la agencia Far Law Sports.

El siguiente paso que tiene Clifton Onolfo y su comisión es intentar disputar un amistoso en el territorio para seguir haciendo notorio que siguen ahí. En todo caso, no podrá tener oficialidad, ya que la Federación Catalana ya ha dejado claro que no puede tramitar fichas de la entidad reusense. Sin embargo, tener una plantilla en activo es algo importante para solicitar una cautelar con la que se sueña.

El desenlace de CF Reus está siendo tan desconcertante que uno no se atreve a presagiar cual será el siguiente capítulo. Lo que si lamenta uno es que a Reus le hayan arrebatado de las manos un club centenario que era ejemplo en lo deportivo, pero que no terminó siéndolo en lo económico.

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