El lugar donde Romà Bancells fue un emblema

10 temporadas (2006-17) en Vic confirmaron a Romà Bancells (Maçanet, 1985) como uno de los emblemas de la última época dorada de hockey en el Olímpic. Alzó tres Copas del Rey y se postuló como uno de los grandes defensores del hockey europeo. Llegó a lucir el brazalete de capitán, a pesar de ser un ejemplo silencioso. No verán nunca alzar la voz a Romà, ni tampoco realizar demasiadas acciones de postureo. Su labor es otra. Trabaja para que los demás brillen. Una bendición para cualquier técnico, un ejemplo dentro y fuera de la pista. Se cuida con minuciosidad para alargar su carrera y vive 24 horas al día como un profesional. De ahí que se mantenga firme ante la exigencia del hockey de élite. Hoy vuelve a Vic, pero en la otra orilla. Vestido de rojinegro y consolidado en la calle Gaudí. Para Garcia es un faro innegociable.

Bancells ve desde la distancia la degradación de un Vic al que los problemas financieros le han maltratado en los últimos cuatro años, donde ha reducido con notoriedad el nivel de su plantilla. No dispone de grandes recursos y se mantiene en la OK Liga con mucho sufrimiento. De hecho, el pasado curso se benefició de las decisiones federativas con motivo de la pandemia para esquivar el play out. Parece que en el curso actual va a volver a padecer para conservar su condición. En las tres primeras fechas del campeonato, el Vic no ha sido capaz de sumar un solo punto y ha dado síntomas preocupantes.

El rival osonense está dirigido por el exrojinegro Quim López, que debe pelear con la falta de recursos y darle rendimiento y una plantilla joven, sin demasiadas estridencias y ajustada a un presupuesto escaso. Todo parece plácido para el Reus, aunque el Olímpic nunca fue un escenario sencillo y tampoco lo quiere ser esta tarde. Los rojinegros van sobre aviso porque conocen la dificultad de combatir como visitantes. No pueden conceder despistes ni relamerse en el confort.

Los de Garcia van a la contra que su enemigo de hoy. Han inaugurado el campeonato con esperanza, con tres victorias y un meritorio empate en la pista del reforzado Caldes. Su nivel de juego también ha aumentado prestaciones con respecto al pasado, sobre todo a nivel ofensivo, en ese argumento ha dado un paso hacia adelante. El regreso de Marín ha ayudado mucho a eso.

Para seguir invictos, los rojinegros necesitarán de otra buena actuación en el Olímpic, ante un rival necesitado y falto de alegrías. Con la ausencia del play out, los osonenses precisan de alcanzar los puntos para intentar salir de la zona del fuego, la del descenso directo. Se trata de un partido de extremos opuestos, aunque con grandísimos alicientes. Un Vic-Reus siempre fue así.

La cita abre una jornada interesante, tanto en la zona de privilegio como en la de abajo.

El Calafell, en Igualada

De ella quiere salir el Calafell, que esta tarde se desplaza a les Comes de Igualada para recuperar la senda de las victorias. Desde la primera jornada del campeonato, precisamente en Vic, los de Pere Varias no saben lo que significa ganar. Suman tres derrotas consecutivas (Caldes, Reus y Lleida) y luchan por recuperar las buenas sensaciones.

El Igualada, con cero puntos en tres partidos, ha sorprendido por su falta de bagaje, después de la gran temporada pasada que protagonizó. Dos equipos que necesitan nutrir de alegrías sus casilleros para empezar a olvidar las tristezas.